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jueves | 25 abril | 2024
El etarra Juan Ramón Carasatorre se sentará toda la semana en el banquillo para ser juzgado por dos atentados, el más grave el que le costó la vida al brigada del Ejército Mariano de Juan Santamaría cuando se encontraba destinado en el cuartel de Lozoya en San Sebastián, en 1995.
El juicio por este asesinato, por el que Carasatorre se enfrenta a una petición del fiscal de 33 años de cárcel, se celebrará entre el martes y el miércoles en la sede de la Audiencia Nacional en San Fernando de Henares.
Carasatorre no obstante estará ya el lunes sentado en el banquillo de la Audiencia Nacional para ser juzgado por un segundo atentado perpetrado un mes después de asesinar al brigada y en el mismo lugar: el ametrallamiento sin víctimas contra viviendas militares cercanas al cuartel del Ejército de Loyola, en mayo de 1995, hechos por los que el fiscal pide para él 7 años y medio de cárcel.
Para pedir su condena por asesinato, el fiscal Vicente González Mota expondrá cómo Carasatorre, alías “Zapata”, y otros dos miembros del comando “Donosti” ya condenados por estos hechos –Francisco Javier García Gaztelu, “Txapote”, y Valentín Lasarte– decidieron en marzo de 1995 dar muerte a algún militar del cuartel de Loyola.
Tras robar un coche y cambiarle las placas de matrícula, los tres terroristas se dirigieron a las inmediaciones del cuartel para esperar la salida de algún militar. Sobre las 14.20 horas salió del cuartel el brigada Mariano de Juan Santamaría y cuando se dirigía a su domicilio, Carasatorre y otro etarra le abordaron por detrás y le descerrajaron un tiro en la nuca con una pistola FN-Browning 9 mm Parabellum.
Tras ello, los tres terroristas huyeron y abandonaron el vehículo en una calle de Donosti, donde fue luego recuperado, según relata el fiscal en escrito. n
