Pescanova respalda la propuesta de Damm y la banca para su rescate

El consejo de administración de Pescanova, reunido ayer en Madrid, respaldó con la unanimidad de los consejeros independientes la propuesta formulada por el consorcio integrado por Damm y Luxempart, y que cuenta con el apoyo de la banca acreedora, para presentarla al Juzgado de lo Mercantil de Pontevedra el próximo lunes.
En un comunicado, la multinacional pesquera destacó que esta decisión, de “gran importancia”, viene a “clarificar la situación” con vistas a la aprobación de un convenio de acreedores “capaz de situar” a Pescanova “en la vuelta del camino a la normalidad” y superar una “larga y dificilísima etapa”.
Asimismo, incidió en que “ratifica la vitalidad y potencialidad” de la compañía, que “va a seguir estando a la cabeza, como gran multinacional de la alimentación, única por su integración vertical y variedad de capturas y de cultivos marinos”.
La empresa comunicó a la Comisión Nacional del Mercado de Valores que presentará el lunes, 3 de marzo, ante el Juzgado de lo Mercantil 1 de Pontevedra, las propuestas de convenio de acreedores y planes de viabilidad y de pagos para Pescanova y su filial Pescafina sometidas a deliberación por Corporación Económica Damm y Luxempart.
Por su parte, fuentes de la otra propuesta –encabezada por el exministro Eduardo Serra y en el que también están los fondos de capital riesgo Blue Crest y Knight Head–, explicaron que han decidido retirarse de la puja “porque consideran que no cuentan con el nivel de información suficiente y, por ello, no están en condiciones de presentar propuestas de convenio antes del plazo”.
El futuro de Pescanova pasa por el visto bueno de los acreedores, fundamentalmente la banca, que durante años financió a la pesquera por un importe de 3.500 millones de euros.
En las ofertas hasta ahora conocidas las quitas oscilaban entre el 60 y 70% (según tramo y vencimiento), y la banca contaría con la mayoría del capital.
Entre los interesados por Pescanova figura en primer lugar precisamente la banca, que quiere jugar su mejor baza para perder en este concurso de acreedores lo menos posible.
Son los más interesados, pero no fueron los primeros en hacer una oferta: su candidatura surgió tras conocerse dos propuestas rivales que planteaban una elevada quita, en torno al 90%, y no hablaban de capitalización para la banca.
Bajo el mando del expresidente Manuel Fernández de Sousa Faro, imputado, Pescanova llegó a anunciar beneficios de más de 50 millones de euros en 2011. Pero la situación financiera de la compañía era en realidad un desastre.
Al cerrar 2011 su agujero patrimonial ascendía a 790 millones de euros. Al año siguiente, casi se duplicó, hasta los 1.487 millones, según las cuentas consolidadas entregadas a la Comisión Nacional del Mercado de Valores.
La deuda con los bancos y los proveedores, el otro gran misterio que sobrevolaba a la pesquera gallega desde que estalló su crisis en febrero del año pasado, asciende a más de 4.000 millones de euros. n