Pescanova confía a González-Robatto la vigilancia del convenio de acreedores

Pescanova ha nombrado a Jacobo González-Robatto presidente de la Comisión de Vigilancia de Pescanova, cargo desde el que tendrá que controlar el cumplimiento del convenio y la formación de la Nueva Pescanova, así como proteger los intereses de los acreedores.
Según indicó la firma pesquera, se ha constituido la Comisión de Vigilancia prevista en el convenio de acreedores, aprobado el pasado 23 de mayo por el Juzgado de lo Mercantil número 1 de Pontevedra.
Esta Comisión de Vigilancia tiene como función controlar el cumplimiento del convenio y la formación de la Nueva Pescanova, protegiendo los intereses de los acreedores en los términos previstos en dicho convenio.
La Comisión está integrada por tres miembros representando a Pescanova, a la administración concursal y a los acreedores. Detalló que, en la primera reunión de la Comisión de Vigilancia, se acordó unánimemente designar como su presidente al representante de los acreedores, Jacobo González-Robatto.
Pescanova ha considerado adecuado que Deloitte, como miembro de la Comisión de Vigilancia, le ayude de manera específica a velar por que la operativa ordinaria se adecúe a lo previsto en el convenio.
Una decisión que ha recibido el apoyo unánime de la Comisión de Vigilancia en su primera reunión al considerar que facilita y asegura una mejor implantación del convenio de acreedores.
La banca ha alcanzado un consenso sobre el presidente de Nueva Pescanova, la sociedad de nueva creación que absorberá los activos y negocios del actual grupo.
El diario “Expansión” adelantó el mes pasado que el nombre de consenso es precisamente Jacobo González-Robatto.
En todo caso, el nombramiento de Robatto no se producirá hasta dentro de unos meses, cuando se haya creado la Nueva Pescanova.
Por otro lado, el conselleiro de Economía e Industria, Francisco Conde, expresó el lunes su “plena confianza” en que el consejo de administración y los accionistas de Pescanova responderán a las “necesidades de gestión” de la compañía, en estos momentos “el reto” que queda tras “salvar la situación financiera”.
Pescanova ha puesto en marcha un plan de ajuste que se ha saldado, por el momento, con el recorte de 1.353 puestos de trabajo, el equivalente al 12% de su plantilla, según “El Economista”. A 31 de diciembre de 2013 la compañía tenía un total de 10.066 trabajadores, lo que supone casi un 12% menos respecto a los 11.419 que sumaba justo un año antes.
El ajuste se llevó a cabo, por lo tanto, durante la presidencia de Juan Manuel Urgoiti y antes de que la banca, liderada por el Popular, el Sabadell, Caixabank y el BBVA, tomara el control del grupo tras aprobarse el convenio de acreedores.
Hasta ahora, la empresa ha mantenido en todo momento que no había necesidad de llevar a cabo un ajuste y que si lo había sería muy limitado, afectando solo a las oficinas centrales en Galicia.
Mientras, según un estudio de Reputation Institute, Pescanova es una de las empresas peor valoradas de España al bajar 38 posiciones con respecto a 2012, teniendo en cuenta que el año pasado no fue valorada.