El Pacto de Toledo entra en su recta final para cerrar un consenso

El Pacto de Toledo entra en su 
recta final para cerrar un consenso
El ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, preside la Comisión de Seguimiento y Evaluación de los Acuerdos del Pacto de Toledo en el Congreso de los Diputados. En Madrid, (España)

La comisión parlamentaria del Pacto de Toledo entra esta semana en su recta final para cerrar un consenso sobre las recomendaciones que trasladarán al Gobierno para garantizar la sostenibilidad y suficiencia del sistema de pensiones, un documento que será muy parecido al que no pudo aprobarse en febrero de 2019.

Los portavoces de los partidos políticos del Pacto de Toledo están ultimando las últimas propuestas y varias fuentes parlamentarias señalan que “el trabajo está muy avanzado” y hay “un colchón de consenso”.

Caballo de batalla

Y es que los portavoces valoran el talante negociador de la exministra de Trabajo y Seguridad Social Magdalena Valerio, que como presidenta de la comisión consiguió acercar posiciones para aprobar un paquete de recomendaciones que complazca a derecha e izquierda y entre las que destaca la recomendación segunda que garantiza la revalorización de las pensiones según el IPC real.

Esta propuesta, pactada en la anterior Legislatura por todos los partidos menos ERC, fue el principal caballo de batalla durante más de dos años, aunque para cuando se firme habrán pasado ya cuatro años desde que en 2016 se iniciaran los trabajos del Pacto de Toledo.

El PSOE ha buscado la unanimidad de cara a una votación que previsiblemente tendrá lugar en los próximos días.

Todas las formaciones políticas se han mostrado dialogantes desde que retomaran el análisis de las recomendaciones en julio, aunque fuentes cercanas al Pacto afirman que todavía hay que vencer algunas reticencias de Vox, que ya se mostró en contra de crear esta comisión cuando se votó en el Pleno del Congreso.

Los mejores años

Las recomendaciones mantienen el espíritu y casi la misma letra de 2019, aunque algunas se adaptaron a la actual situación que ha provocado la pandemia, y otras cambiaron para, por ejemplo, poder elegir los 25 mejores años cotizados para hacer el cálculo de la pensión, con el fin de que el trabajador pueda salvar periodos laborales con salarios más bajos o momentos peores.

La recomendación cero garantizará el compromiso de mantener, mejorar y adaptar el sistema público de Seguridad Social y de pensiones, basado en la solidaridad intergeneracional.

Todos los partidos están de acuerdo en avanzar en la separación de fuentes de financiación para que el Estado asuma los gastos impropios del sistema, como bonificaciones y prestaciones de ayudas a la familia, por hijo a cargo o dependientes, o como maternidad o paternidad.

El Pacto de Toledo también se propone limitar las jubilaciones anticipadas para acercar la edad real a la edad legal, como instó el ministro de Inclusión, Seguridad Social, José Luis Escrivá, que ve conveniente incentivar el retraso voluntario de la jubilación y reforzar las fórmulas para compatibilizar la pensión con el trabajo. l

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