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viernes | 19 abril | 2024
Miles de personas, convocadas por CCOO y UGT, salieron ayer a las calles de las principales ciudades y villas gallegas (A Coruña, Ferrol, Santiago, Lugo, Viveiro, Ourense, Pontevedra, Vilagarcía de Arousa y Vigo) para reivindicar en este Primero de Mayo la necesidad de luchar contra la pobreza salarial y social. Para lograr este objetivo, los sindicatos defendieron el fortalecimiento de la negociación colectiva, herramienta vital para lograr trabajo con derechos.
En estas movilizaciones se exigió también un cambio de las políticas impuestas en estos últimos años que solo trajeron desazón y pobreza para las familias, que siguen sufriendo las consecuencias de la crisis y de los recortes impuestos por los gobiernos. Según los sindicatos, la clase trabajadora ve como día a día merman sus derechos y ya son muchas las personas que están sumidas en un círculo vicioso de temporalidad y precariedad y que a duras penas consiguen vivir con dignidad.
Todo esto en un contexto en el cual, a pesar de que se habla de una tímida mejoría, las familias siguen sin percibirla, según denunciaron. Además, ya son muchas voces las que auguran una nueva amenaza a nivel mundial de inestabilidad económica y, sobre todo, enorme incertidumbre. “Pasó casi una década desde que en verano del año 2007 habían comenzado a manifestarse los problemas en el sector financiero mundial y seguimos con los mismos problemas de fondo”, advirtieron. “La economía de la eurozona salió de la recesión, pero continúa enferma, con un crecimiento raquítico, con una inflación casi en negativo y con una tasa de desempleo en los niveles más altos de su historia”, añadieron. “La crisis del proyecto europeo es cada vez más honda. La aplicación de las medidas de austeridad y recortes sociales contra la mayoría de la clase trabajadora están teniendo efectos devastadores para el empleo y aumentaron la pobreza y la desigualdad”, destacaron.
“Galicia no es ajena a esta realidad. En los últimos cuatro años se destruyeron 72.000 empleos; la temporalidad sigue creciendo (una de cada cuatro personas asalariadas); el 64 por ciento de las personas contratadas a tiempo parcial (mujeres, sobre todo) lo está porque no encontró empleo a tiempo completo; la juventud padece tasas de desempleo que superan el 40 por ciento; en los últimos cuatro años el mercado laboral gallego registró 65.000 personas activas menos y 16.200 inactivas más”, lamentaron.
Además, también consideran que el lastre del paro de larga duración continúa, conduciendo a situaciones límite a muchas familias, incluso al borde de la exclusión social y de la pobreza. Ya el 45,3 por ciento de los despedidos llevan más de dos años en esta situación, 19,4 puntos más que hace cuatro años. Y el 60 por ciento de los parados lleva más de un año en esta situación, nueve puntos más que hace cuatro años, justo antes de la aplicación de la reforma laboral, según señalaron.
“Por otra parte, aquellas personas que sí están trabajando son víctimas tanto de la temporalidad como de la precariedad. En el período 2011/2015 la contratación temporal siguió una tendencia en ascenso difícil de frenar, creciendo en un 31,6 por ciento esta modalidad de contratación. En 2015, el 92 por ciento de los contratos registrados son temporales”, afirmaron desde CCOO.
Para los sindicatos, los hogares son los que sufren directamente las consecuencias de esta “nefasta reforma”. “Ya hay en Galicia 80.200 hogares con todos sus activos en el paro, cifra que fue en progresivo aumento en estos últimos años. Y 44.800 hogares no tienen perceptores de ingresos”, denunciaron.
“Los datos no mienten. Hay menos empleo y el que hay es más precario. Hay más paro y con menos protección. Cayeron los salarios y aumentaron las desigualdades y la pobreza”.
Los secretarios generales de UGT-Galicia y CCOO, que participaron en la manifestación de Vigo, se preguntaron, a la vista de estos datos, de qué le valió a Galicia ser alumna aventajada en materia de políticas de ajuste y cumplimiento del déficit.
“Urge un cambio que ponga en el centro la creación de empleo estable y con derechos y la lucha contra la pobreza y la desigualdad social y salarial. Para esto, habrá que incrementar la inversión pública y poner en marcha un cambio de modelo productivo, sostenible y equilibrado”, demandaron.
