La banca española dará 50 millones a Pescanova para los pagos más urgentes

Dentro del conjunto de los bancos acreedores de la multinacional gallega Pescanova, las entidades españolas se muestran dispuestas a inyectar un mínimo de 50 millones de euros en la compañía para los pagos más inminentes, pero todavía esperan a que el administrador concursal de la firma, Deloitte, les ofrezca más información para determinar las cantidades concretas que tendría que ofrecer cada banco. Los detalles de la operación serán tratados en una próxima reunión entre ambas partes, según confirmaron fuentes consultadas por esta redacción.

Esa inyección de liquidez está condicionada a que se destine a financiar circulante, es decir, para afrontar los pagos más inminentes, y a que dicha línea tenga la consideración de preferente a la hora de cobrar sobre cualquier acreedor.

Mientras, la banca extranjera se mantiene al margen de la concesión de esta línea y no inyectará liquidez en la compañía.

La mayor parte de la deuda de Pescanova la concentra la banca española, con el Sabadell a la cabeza (222 millones de euros), el Popular (165,5 millones), Novagalicia Banco (161,58 millones), CaixaBank (157,44 millones) y Bankia (126 millones), integrantes del “steering committee” junto a Deutsche Bank y Royal Bank of Scotland.

Ayer, el Sabadell aseguró que hará “todo lo que pueda y más” para que esta multinacional, una compañía “tan importante” para Galicia, “salga adelante”.

Se prevé que Deloitte apruebe las condiciones que impone la banca española, porque la alternativa es la liquidación de la compañía gallega.

Por otro lado, la auditora ha pedido al personal de administración y oficinas de la empresa que les notifiquen todos los movimientos de personal, flujos de cajas y demás actuaciones en el ámbito de la empresa.

Precisamente ayer, la CIG reiteró su rechazo a los traslados que se han efectuado en Pescanova y sus filiales, incluida la llegada a Bajamar Séptima de una docena de técnicos procedentes de Latinoamérica, y denunció que esos movimientos de personal obedecen a “pago de favores por los servicios prestados” y no a razones organizativas.

Por su parte, la secretaria general de Agricultura y Alimentación, Isabel García Tejerina, aseguró ayer que hay que saber diferenciar “entre la actividad de Pescanova y su gestión financiera”. Tejerina apuntó  que “hacer de la parte el todo es cometer una enorme injusticia”. En la situación de Pescanova, una de las principales multinacionales españolas, según destacó Tejerina, “hay que saber diferenciar la empresa como tal, de la gestión financiera”, informó Efe.

Subrayó que una cuestión es la gestión financiera que ha llevado a cabo la empresa y otra diferente “la grandísima empresa multinacional que es Pescanova, que sigue operando muy bien en su negocio”.