El Estado acumuló en los siete primeros meses del año un déficit de 32.050 millones de euros, equivalentes al 3,08% del PIB, lo que supone un 13% menos que un año antes (36.851 millones, 3,60% del PIB), gracias al aumento de los ingresos fiscales y a la moderación de los gastos.
Los ingresos no financieros crecieron el 3%, hasta 70.468 millones, en tanto que los gastos no financieros se contuvieron el 2,6% y bajaron hasta 102.518 millones.
Si se excluye el efecto de la carga financiera por los intereses de la deuda –que han crecido el 5,5% hasta 17.309 millones–, el déficit primario fue de 14.741 millones, un 27,9% menos que en 2013. Los ingresos procedentes de impuestos y cotizaciones sociales crecieron el 0,8%, hasta 60.121 millones, una cifra que se ha visto negativamente afectada por la liquidación en julio del sistema de financiación autonómica del año 2012, que ha resultado favorable a las comunidades por un importe de 1.426 millones, mientras que la de 2011 resultó a favor del Estado en 1.460 millones de euros .
Sin embargo, la liquidación del Fondo de Suficiencia correspondiente a 2012 ha favorecido al Estado, ya que le ha supuesto unos ingresos de 1.560 millones, frente a la liquidación de 2011 abonada el año pasado, que fue de 863 millones.
Los ingresos devengados por el IRPF ascendieron a 21.909 millones y los procedentes del impuesto de sociedades, a 8.127 millones, lo que implica unos aumentos del 1,9% y del 2,5%, respectivamente.
El mes de julio es significativo para la recaudación del año porque, además de las declaraciones mensuales habituales, las pymes presentan las declaraciones del segundo trimestre y se cuenta con el ingreso del primer plazo de la declaración del IRPF.