El Gobierno obliga a los bancos a cubrir casi la mitad de los préstamos al ladrillo

El Gobierno obliga a los bancos a cubrir casi la mitad de los préstamos al ladrillo
De Guindos y Sáenz de Santamaría, tras el Consejo de Ministros efe

  El Consejo de Ministros aprobó ayer una nueva reforma financiera que obligará a la banca a aumentar la provisión de los créditos sanos en unos 30.000 millones de euros.

Tras este nuevo esfuerzo, dirigido a aumentar la confianza de los mercados hacia la fortaleza del sistema financiero español, la banca contará con una cobertura en su cartera de créditos a la promoción inmobiliaria del 45%.

La banca contaba a cierre del año pasado con una cartera de créditos y activos inmobiliarios no problemáticos de 123.000 millones de euros. El Gobierno ha decidido elevar la provisión genérica del 7% de media al 30%.

Ello supondrá en torno a 30.000 millones de euros de nuevas dotaciones, que tendrán que ser realizadas antes del 31 de diciembre de este año.

Estos saneamientos se unen a los 54.000 millones de euros ya realizados tras la aprobación del Real-Decreto Ley de reforma financiera de febrero, por lo que el saneamiento total realizado se situará cerca de los 84.000 millones de euros.

El Ejecutivo limita a 15.000 millones el apoyo estatal al sector e insiste en que no le costará nada al ciudadano

 

La norma afecta de manera diferente a los activos inmobiliarios. Los más castigados son los créditos para la compra de suelo, cuya provisión pasa del 7 al 52%, al igual que ocurre con los préstamos sin garantía real. Las promociones en curso pasan del 7 al 29%, y las viviendas terminadas, del 7 al 14 por ciento.

Los bancos cuentan con 25.000 millones de euros en préstamos no problemáticos para la compra de suelo, 16.000 millones para las promociones en curso, 61.000 millones para las viviendas terminadas y 18.000 millones en créditos sin garantía real.

El respaldo del Gobierno a las entidades se articulará a través de bonos contingentes convertibles, que se pagarán a un citado tipo de interés del 10%.

Durante su intervención, el ministro de Economía, Luis De Guindos, limitó a 15.000 millones de euros el eventual coste del saneamiento financiero.

Aunque se tratará de dinero público, De Guindos precisó que no costará dinero a los contribuyentes, porque lo que se hace es poner a disposición de las entidades unos recursos que deben ser reembolsados y que llevan aparejada una remuneración para el Estado. “No se trata de ningún tipo de ayuda o subvención pública”, señaló de Guindos. “Son préstamos que se pagarán a un tipo de interés del 10%. Más del doble de lo que paga el Tesoro por una deuda del mismo tipo”, explicó.

Por otro lado, el Gobierno se plantea pedir a los bancos “una derrama especial” que adelante sus aportaciones al Fondo de Garantía de Depósitos (FGD), prácticamente agotado tras la venta de Unnim.

Tras las subastas de la CAM y Unnim, el sector bancario ya advertía de que no habría fondos para la próxima puja, la del Banco de Valencia, ni tampoco para cubrir las pérdidas que afloraran en la CAM. También está pendiente la subasta de CatalunyaCaixa y la posible subasta de Novagalicia Banco.

El Gobierno obliga a los bancos a cubrir casi la mitad de los préstamos al ladrillo

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