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viernes | 26 abril | 2024
El Banco Pastor, dentro de la primera ronda de prejubilaciones que quiere llevar a cabo para su integración con el Banco Popular, ha negociado de forma individual las retribuciones que cobrarán los trabajadores afectados.
Según fuentes de la entidad consultadas por esta redacción, el banco presidido por José María Arias ya tiene cerrados los acuerdos con los alrededor de 320 empleados que se han acogido al proceso.
De este modo, el Pastor ha pactado con cada uno de los trabajadores las cantidades que les pagará y que varían en función de los años que lleven prestando servicio a la empresa o de los cargos que hayan ostentado.
En el caso de los servicios centrales de la entidad, las prejubilaciones se dirigen a empleados que hayan cumplido o cumplan este año los 56 años, mientras que en la red de oficinas están pensadas para personal por debajo de los 60 años.
El pasado día 6, los sindicatos y los representantes del Banco Popular y del Pastor firmaron el borrador del preacuerdo de garantías para el empleo, dentro del acuerdo de fusión entre ambas entidades.
El preacuerdo, del que quedaron fuera los sindicatos CIG, ELA y LAB, incluye el compromiso de las entidades de no llevar a cabo medidas traumáticas para el ajuste que previsiblemente se hará de la plantilla, como un expediente de regulación de empleo (ERE) o traslados forzosos una vez se unan en la misma entidad. La oferta pública de adquisición (opa) lanzada por el Banco Popular sobre el Banco Pastor se cerró el lunes con un grado de aceptación del 96,35% de los accionistas de la entidad gallega, muy por encima del objetivo mínimo marcado del 75%.
El período de aceptación de la opa se inició el 19 de enero y concluyó el pasado viernes, y la entidad presidida por Ángel Ron ofrecía 1,115 acciones propias por cada una del Pastor.
La opa también se dirige a los propietarios de obligaciones subordinadas y necesariamente convertibles del Pastor, a los que se ofrecía 30,9 acciones del Popular por cada título de este tipo de la entidad gallega.
Según el Popular, la oferta ha sido secundada por el 96,35 por ciento de los accionistas y el 99,04 por ciento de los propietarios de obligaciones convertibles.
Para acometer la compra, el Popular ha realizado una ampliación de capital de 382 millones de acciones, con un valor de mercado de 1.358 millones de euros.
El Banco Popular dispone de un colchón de casi 4.800 millones de euros para hacer frente a lo largo del año a las exigencias de saneamiento de los activos inmobiliarios que impone el Gobierno. Esta partida se desglosa en 1.900 millones de euros de margen de explotación previsto, 1.500 millones que puede movilizar de su patrimonio debido a la fusión en curso con el Banco Pastor y 1.400 millones derivados de la conversión de distinto tipo de pasivo en capital, según detalló Ángel Ron en la presentación de los resultados de la entidad el pasado día 1 de este mes.
El Gobierno aseguró que la reforma del sistema financiero pretende conseguir un sector más saneado, con el objetivo de que vuelva a ejercer su función principal: conceder crédito a familias y empresas para recuperar el crecimiento económico.
