15º-18º
lunes | 13 mayo | 2024
El juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco afirma que el expresidente de la CEOE Gerardo Díaz Ferrán simuló su insolvencia patrimonial pese a pactar con el liquidador Ángel de Cabo un sueldo mensual de 100.000 euros por el traspaso de sus bienes y del grupo Marsans.
El empresario y su socio Gonzalo Pascual urdieron una trama con De Cabo para traspasar “el grupo empresarial y sus derechos, así como el patrimonio personal y familiar de los primeros al entramado de este último, creando una aparente insolvencia”. El traspaso permitió a De Cabo detraer activos del grupo Marsans por al menos 30 millones, que habrían beneficiado directamente a Díaz Ferrán.
El juez impone fianzas históricas
a los acusados de vaciar Marsans
El juez insiste en que la insolvencia de Díaz Ferrán y Pascual no era real porque pactaron cobrar de De Cabo 100.000 euros mensuales hasta un total de 8 millones de euros cada uno, lo que solo se cumplió en el caso del expresidente de la CEOE.
Velasco envió ayer a prisión a Díaz Ferrán, a De Cabo y a otros seis implicados en el vaciamiento de Marsans, a los que ha impuesto fianzas históricas, que superan en conjunto los 112 millones de euros. La mayor fianza fijada hasta el momento en España para salir de prisión, 50 millones de euros, ha sido para De Cabo, actual dueño de Nueva Rumasa y Marsans y supuesto cabecilla de la trama para ocultar bienes del grupo. Díaz Ferrán y la mano derecha de De Cabo, Iván Losada, tendrán que abonar 30 millones de euros cada uno si quieren evitar la cárcel, la misma cuantía que se fijó al empresario Javier de la Rosa, en 1999, por el caso “Torras” y que hasta ahora era la mayor fianza establecida en España.
Por su parte, Díaz Ferrán negó ayer al juez que tenga bienes en el extranjero o dinero en paraísos fiscales y descargó las responsabilidad de la gestión de la empresa de transporte por carretera Trapsa en su socio Gonzalo Pascual, fallecido en junio.
Por otro lado, Díaz Ferrán también declaró ayer junto al expresidente de Caja Madrid Miguel Blesa y ambos defendieron que el crédito que la entidad concedió a Marsans cumplió todos los trámites estipulados. Díaz Ferrán, que compareció con traje pero sin corbata y sin afeitar, aunque muy entero, destacó que ese crédito se pagó con los fondos obtenidos de la venta de la concesión del transporte de autobuses de Alcalá de Henares.
