La crisis bursátil de China ahuyenta a 24 millones de pequeños inversores

La crisis bursátil de China ahuyenta a 24 millones de pequeños inversores
Un veterano inversionista de valores pasa frente a una pantalla que muestra el índice de valores en la Bolsa de Valores en Pekín (China). EFE/Archivo

La crisis de las bolsas de China desde mediados de junio ahuyentaron de los mercados a 24 millones de pequeños inversores particulares, los mayoritarios de ellos en los parqués del gigante asiático.

Según los datos de la Corporación de Depósito y Autorización del Mercado de Valores, la agencia gubernamental encargada de registrar las cuentas de las bolsas, que publica hoy el diario oficial China Daily, el número de cuentas de pequeños inversores cayó a 51 millones al cierre de julio, frente los 75 que había un mes antes.

Alrededor de un tercio de las cuentas de los inversores individuales fueron cerradas durante el periodo de mayores turbulencias en las bolsas de la segunda economía mundial desde los días de la crisis financiera internacional.

En China, los pequeños inversores, muchos de los cuales entraron en bolsa sin conocimientos financieros previos, representan la fuerza mayoritaria del mercado, ya que se estima que mueven alrededor de un 80 % del volumen de negocio, según los cálculos del banco de inversión Corporación Internacional de Capital de China.

Esos inversores particulares, a los que suele atribuirse la gran volatilidad de los parqués chinos, fueron en parte responsables de la larga racha alcista que experimentaron las bolsas durante gran parte del último año, que ejerció de efecto llamada.

Antes de empezar a caer hace mes y medio, las bolsas chinas se habían revalorizado alrededor de un 150 % en los doce meses anteriores y cerca de un 60 % desde el inicio de 2015, en lo que muchos analistas consideran una burbuja.

Los parqués del gigante asiático entraron en crisis a partir del pasado 12 de junio y durante casi un mes experimentaron uno de los peores declives de su historia, en el que los mercados llegaron a perder casi un tercio de su valor.

El Gobierno chino intervino en los mercados a través de inyecciones de liquidez del banco central, una moratoria en las salidas a bolsa, órdenes de comprar acciones a las empresas estatales, a las que también prohibió vender títulos, y una investigación policial sobre las actividades especulativas.

A raíz de estas medidas, la volatilidad de las bolsas chinas se ha suavizado -con excepciones como la del pasado 27 de julio, cuando Shanghái registró su mayor hundimiento en ocho años (un 8,48 %)-, aunque la tendencia generalizada sigue siendo bajista.

El banco estadounidense Goldman Sachs calcula, en un informe publicado este miércoles, que el Gobierno chino ha destinado alrededor de 900.000 millones de yuanes (147.000 millones de dólares, 134.000 millones de euros) a rescatar a los mercados desde que empezó la crisis bursátil.

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