Comprar a plazos con tarjeta es un 66 por ciento más caro que con un crédito personal

Comprar a plazos con tarjeta  es un 66 por ciento más caro que con un crédito personal
05 febrero 2014 página 39 VITORIA, 07/01/2014.- Clientas en una tienda en Vitoria, en el día en el que comienzan las rebajas en Euskadi con la pretensión de las asociaciones de comerciantes de que las mejores perspectivas econó

Comprar con tarjetas ‘revolving’ –modalidad de tarjeta de crédito que permite aplazar el pago de las compras– es un 66 por ciento más caro que hacerlo a través de préstamos personales, ya que conllevan una Tasa Anual Equivalente (TAE) mucho mayor, según un análisis realizado por Kelisto.es.
La empresa comparadora señala en este estudio que los grandes bancos aplican una TAE media del 21,48% a las compras realizadas a través de estas tarjetas mientras que los préstamos personales convencionales llevan un gravamen del 12,94%.
No obstante, desde la compañía matizan que la oferta es “muy variada” y hay tarjetas con intereses que van desde el 12% TAE como “la Visa Classic CX de Catalunya Caixa hasta el 31,84% que ofrece la Tarjeta Plus del Banco Santander”.
Estefanía González, portavoz de Finanzas Personales de Kelisto.es, ha explicado, en declaraciones a Efe, que las entidades bancarias ofrecen estas tarjetas como alternativa en un momento en el que los bancos “apenas conceden préstamos al consumo y si lo hacen exigen condiciones duras”. Los bancos suelen acompañar este producto “con atractivas ventajas”, ha asegurado.
Ha añadido además que el número de usuarios de esta modalidad de tarjetas “se ha incrementado en un 52%” desde que comenzó la crisis, lo cual, según ha apuntado, es especialmente peligroso porque “facilita el endeudamiento del usuario” y complica que éste consiga finiquitar su deuda.

cuotas reducidas
El problema radica en que las cuotas de devolución son muy reducidas y hacen muy difícil que el cliente pueda “hacer frente al pago de los intereses que genera cada mes”.
Por ejemplo, un usuario que optara por hacer una compra de 1.000 euros con este tipo de tarjetas –con un 21,48% TAE y el interés mensual medio del 1,50%– y decidiera abonar la cuota mínima cada mes “terminaría devolviendo a la entidad más de 1.500 euros”, es decir, 500 euros de intereses totales.
El análisis sugiere que el aumento de usuarios de tarjetas ‘revolving’ frente a los préstamos personales se explica debido a la sequía crediticia actual y a la mayor facilidad de contratación que conllevan las tarjetas.

Comprar a plazos con tarjeta es un 66 por ciento más caro que con un crédito personal

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