La Comisión Europea lanzó ayer un nuevo aviso a España –el tercero en tres años– por sus desequilibrios económicos, que se manifiestan en temas como el alto nivel de paro y de deuda pública y privada, y advirtió de que en abril tomará una decisión con respecto a si aplica sanciones.
La Comisión reconoció los esfuerzos hechos en España para corregir sus desequilibrios macroeconómicos excesivos, pero decidió mantenerla bajo lupa para evaluar cómo progresa en los próximos meses.
Bruselas abrió una investigación en profundidad sobre la economía española hace un año, que dio lugar a que en abril pasado declarase que los desequilibrios del país eran “excesivos”, es decir, que podrían afectar el funcionamiento de la zona del euro.
En esta ocasión, España ha vuelto a suspender cinco de los once indicadores estudiados por la Comisión, entre ellos el desempleo y el nivel de deuda que se acumula en el país tanto en el sector público como en el privado, pero logró dar la vuelta al déficit exterior gracias al empuje de las exportaciones.
Los progresos registrados y el compromiso con las reformas ha llevado a Bruselas a decidir no dar un paso más en el proceso abierto a España, que en última instancia podría suponer la imposición de multas de hasta un 0,1% de su PIB si no se cumplen de manera reiterada las recomendaciones comunitarias.
En lugar de ello, la CE mantendrá un seguimiento cuidadoso de la evolución de la situación en la economía española y decidirá en abril si toma nuevas medidas, al igual que hará con Eslovenia, el otro país que presenta desequilibrios “excesivos”.
Por otro lado, Bruselas recomendó ayer por primera vez un análisis en profundidad de los desequilibrios macroeconómicos de Alemania, especialmente su abultado superávit comercial, y recalcó que no se trata de una decisión política, sino “objetiva” en aras de garantizar la credibilidad del ejercicio.
La Comisión Europea también señaló que existen “divergencias importantes” en las condiciones sociales y en los niveles de desempleo entre los Estados miembros de la UE del centro y de la periferia.
“Desde 2008, persiste la divergencia entre países centrales y periféricos”, señaló en rueda de prensa el comisario europeo de Empleo, Lazslo Andor, quien recalcó que las diferencias son muy claras sobre todo en los niveles de desempleo, desempleo juvenil y en el número de jóvenes implicados en procesos de formación.