Bankia se desploma en bolsa mientras se busca la fórmula para su rescate

Esta cantidad se suma a los 4.465 millones que el grupo recibió en el pasado y que el nuevo equipo gestor cree "suficiente" aunque haya que acometer más saneamientos o ajustes de plantilla o red, lo que ya haría con cargo a sus resultados.
Las pérdidas de 3.318 millones reconocidas ayer por el Banco Financiero y de Ahorros (BFA), la futura ampliación de Bankia de 12.000 millones y las dudas sobre cómo se financiará el rescate marcaron la sesión, según los expertos.
En el sector financiero gana fuerza la idea de que el Estado emitirá deuda a través del Tesoro e inyectará el dinero captado directamente en la matriz de Bankia, BFA.
Se consideraría una inversión, por eso no elevaría el déficit público, aunque sí los niveles de deuda del Estado, lo que podría llevar a los inversores a exigir mayores intereses al país, lo que acabaría dificultando su financiación.
Si no se quiere recurrir a la ayuda del fondo europeo de rescate, otra opción sería que BFA pidiera el dinero al Banco Central Europeo (BCE) usando la deuda pública como aval.
Se da por hecho que con cualquiera de las opciones, el Estado se hará previsiblemente con el 100 % del grupo, aunque para confirmarlo habrá que esperar a que la auditora Ernst & Young valore los activos del grupo, en colaboración con Rothschild, Crédit Agricole y HSBC.
Por el momento, según la revisión del nuevo equipo gestor, la exposición problemática de BFA-Bankia al sector inmobiliario rondaba a cierre de 2011 los 45.000 millones.
De esa cantidad, 38.259 millones eran créditos, 10.564 millones se consideraban morosos y 17.271 millones con riesgo de serlo, casi 10.000 millones más que lo publicado anteriormente.
Sin embargo, habrá que ver cómo quedan estas cifras tras la valoración del grupo que se terminará en un mes y que se hará en paralelo con la de las consultoras Roland Berger y Oliver Wyman para el conjunto del sector.
Pero mientras esa valoración llega y se decide la fórmula "idónea" para inyectar capital en el grupo, las acciones de Bankia se anotaron hoy su quinta jornada de caída y sus títulos pierden ya un 68 % desde su debut bursátil, hasta 1,13 euros.
Aún así, el presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Julio Segura, ha defendido hoy que el supervisor bursátil tomó medidas para proteger a los minoristas en la salida a bolsa del grupo, al exigir que al menos un 40 % de las acciones se colocaran entre grandes inversores.
La valoración del grupo también servirá para confirmar que Caja Madrid, Bancaja y las otras cinco cajas que crearon Bankia se quedan sin presencia en el banco y abocadas a convertirse en fundaciones.
Esto hará prácticamente imposible el pago de indemnizaciones a directivos, a pesar de que Bancaja tenga reconocido el derecho a abonar casi 14 millones a su director financiero, Aurelio Izquierdo.
Este directivo llegó a ser el primer ejecutivo del Banco de Valencia hasta su intervención y se le considera la "mano derecha" del expresidente de Bancaja José Luis Olivas, que no recibió ninguna indemnización tras dimitir como vicepresidente de Bankia.
Lo mismo que le sucederá al exnúmero uno de Bankia, Rodrigo Rato, ya que al dimitir sólo podría cobrar una indemnización de 1,2 millones si el nuevo presidente, José Ignacio Goirigolzarri, quiere evitar que acabe trabajando en la competencia.
Una opción que en estos momentos parece remota si se tiene en cuenta que, de ser admitida a trámite una demanda, Rato podría llegar a ser investigado por una posible infracción penal en su gestión, al igual que el gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, quien abandonará su cargo en junio.
Algunas formaciones políticas siguen pidiendo una comisión de investigación sobre Bankia, que no prospera por la negativa del PP.

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