11º-14º
jueves | 25 abril | 2024
Las entidades financieras españolas coincidieron hoy en que recuperar la confianza del mercado y de sus clientes es uno de los principales retos a los que se enfrentan, al tiempo que confían en salir airosas de las nuevas pruebas de solvencia que tendrá que efectuar este año la banca europea.
Estas son unas de las conclusiones del V Encuentro Financiero organizado por Expansión y KPMG, bajo el título "El Sistema Financiero ante la Unión Bancaria", en el que las entidades también pidieron al Gobierno que no baje el impulso reformista, ya que, pese a que se han hecho muchas cosas, aún hay graves problemas como el paro.
El secretario de Estado de Economía, Fernando Jiménez Latorre, ha insistido en que la economía española ha dejado atrás la recesión y ha asegurado que la recuperación tiene ya unas bases "más sólidas", a lo que ha ayudado la reforma del sistema financiero, que está cerca de finalizar, aunque aún queda trabajo pendiente.
El director de Estrategia y Finanzas del BBVA, Jaime Sáenz de Tejada, aseguró que el sector bancario volverá pronto a ser "un baluarte del crecimiento de la economía española", pero es fundamental que se siga trabajando en recuperar la confianza, ya que "sin confianza no hay banca".
La vicepresidenta del Consejo de Supervisión del Mecanismo Único y miembro del Comité Ejecutivo del Banco Central Europeo (BCE), Sabine Lautenschläger, dijo que las nuevas pruebas de solvencia "necesitan ser un éxito" para que la banca recupere la confianza de mercados, inversores y clientes y por ello serán más rigurosas y exhaustivas que las anteriores.
Estas pruebas deben ayudar a que la banca pueda reducir sus costes de financiación para volver a centrarse en su actividad principal, que es dar créditos para financiar la economía real, por lo que hay que abordarlas con transparencia y rigor, ya que es la forma de disipar cualquier duda que pueda surgir en el mercado.
En estos mismos términos se expresó el vicepresidente del Banco Santander, Matías Rodríguez Inciarte, al asegurar que los países que integran la zona del euro "no se pueden permitir" que se despierten más incertidumbres en el mercado.
El presidente de la patronal bancaria (AEB), José María Roldán, aseguró, en su primera intervención desde que asumió el cargo, que va a trabajar para recuperar la reputación que ha perdido la banca española y pidió que no se generalice a la hora de juzgar la actuación de los bancos, al tiempo que pidió que la crítica, siempre necesaria, se aborde desde el rigor y la prudencia".
"En un negocio como el bancario, basado en la confianza, hay que explicar el papel que han tenido los bancos en la crisis. Los bancos españoles internacionales han sido elementos estabilizadores y no le damos a este hecho el valor que se merece", añadió.
"Sólo con pedagogía paciente se recuperará un lugar en la opinión pública que sea justo", ha añadido Roldán, para quien la banca española, que "está en disposición de apuntalar el proceso de reactivación de la economía", no tendrá problemas para superar las pruebas del BCE.
El director general de Negocio de CaixaBank, Juan Antonio Alcaraz, dijo que la principal consecuencia que ha sufrido la banca en la recesión ha sido la crisis de reputación, por lo que en su opinión, el principal reto del sector será "recuperar la confianza del cliente".
"Hay que explicar que todas las entidades no lo han hecho igual, y que algunas han hecho frente a problemas sociales importantes", ha puntualizado.
El director general de Presidencia de Bankia, José Sevilla, presumió de que tras la nacionalización y todos los problemas que tuvo, hoy en día, los inversores institucionales "creen en el proyecto de la entidad y confían en su futuro", como demuestra que este año ha captado más de 3.300 millones de euros en el mercado.
El consejero delegado del Banco Sabadell, Jaime Guardiola, también presente en el acto, ha dado la bienvenida a la unión bancaria, un proyecto que, no obstante, tendrá consecuencias para el sector, que deberá contar con más capital en un entorno de poco crecimiento económico.
Ello originará "resultados apretados" para los bancos, y un posible proceso de concentración y consolidación en Europa, ha previsto Guardiola, que ha pedido, tras los cambios que se produzcan en la supervisión, reducir la intensidad en la puesta en marcha de normativas reguladoras y evitar duplicidades y esfuerzos.
