La banca acreedora aparca la búsqueda de un socio industrial que entre para reflotar Pescanova

La banca acreedora de Pescanova, que en la práctica ha tomado las riendas de la compañía tras aprobarse el convenio de acreedores que presentó ante el juzgado, ha aparcado la búsqueda de un socio industrial y no tiene previsto deshacerse a corto plazo de activos nacionales ni en el extranjero.
Ese es el mensaje que Jacobo González-Robatto, futurible presidente de Pescanova, y Senén Touza, de Deloitte, que ha llevado el concurso de la pesquera, trasladaron ayer a los comités de empresa de los centros de trabajo del grupo en Chapela (perteneciente al municipio pontevedrés de Redondela), tanto la matriz como las filiales.
Francisco Puga, presidente del comité de Pescanova, detalló a Efe que la compañía no tiene la intención de incorporar, de momento, a un socio industrial, y que tanto González-Robatto como Touza apuntaron que los bancos podrían seguir “uno o más años” en la empresa.

transición
También trasladó a los representantes de los trabajadores que les gusta “la estructura” de la compañía tal y como está y que consideran que en la casa hay gente preparada para llevar el día a día de la actividad en este periodo de transición hasta la creación de Nueva Pescanova.
En cuanto a los previsibles ajustes laborales por la reestructuración y refundación de la compañía, Puga comentó que los interlocutores de la dirección no han sabido precisar, “cómo, cuándo y a quiénes” va a afectar.
El grupo Pescanova registró unas pérdidas de 16,93 millones de euros al cierre del primer trimestre de 2014, una cifra que la administración concursal asegura que, por las extraordinarias circunstancias del grupo, no pueden determinar con precisión los resultados de 2013 de forma que resulten comparables. Además las ventas consolidadas experimentaron un descenso del 26%, hasta los 206 millones de euros.
La empresa detalló que tanto el grupo como la sociedad individual Pescanova se encontraban a finales del primer trimestre de 2014 en situación de patrimonio negativo, aunque la reciente aprobación del convenio ha revertido la situación