Una auditoría descarta que hubiese irregularidades contables en el Pastor

El informe de una auditoría realizada por la firma KPMG sobre el Banco Pastor, ahora integrado en el Popular, concluye que no se aprecia la existencia de “manipulación o irregularidad contable alguna” en la entidad.
Este documento fue entregado ayer a la juez que instruye la causa contra el expresidente del Pastor, José María Arias, y el ex consejero delegado, Jorge Gost, como imputados por los presuntos delitos de administración fraudulenta, delito societario, falsedad documental y dos delitos relativos al mercado y los consumidores. A Arias se le añade uno de estafa.
Además, el documento de KPMG cuestiona el informe de la parte querellante, un socio minorista del Pastor.
De este modo, según fuentes del Pastor consultadas por esta redacción, KPMG avala las prácticas contables del banco, que están siendo investigadas por la titular del Juzgado de Instrucción número 3 de A Coruña.
Así, KPMG explica que, “con el debido respeto profesional”, el informe firmado por uno de los socios profesionales del despacho de abogados que representa al querellante constituye “un despropósito desde la perspectiva técnica económica, financiera y contable”.
Según la auditoría, el informe efectúa “una infundada e incorrecta aplicación parcial o limitada de la normativa contable”.
KPMG añade que el documento de la parte querellante incurre en “omisiones muy relevantes, sin metodología ni fundamentación y sin aplicación de los procedimientos de verificación preceptivos”, lo cual alerta que provoca “una grave distorsión de la realidad totalmente distinta”, que “es invertida de forma arbitraria, sesgada y con nulo fundamento técnico”.
Precisamente ayer, el ex consejero delegado del Banco Pastor, Jorge Gost, compareció ante la juez, y durante su declaración se remitió a la normativa del Banco España para justificar la gestión de la entidad y negar que se falseasen las cuentas de la entidad financiera.
Por otro lado, el abogado que representa al accionista que se querelló, Carlos Deutú, apuntó que “todo el mundo se escuda en el Banco de España”.
El interrogatorio de ayer siguió la misma línea que el José María Arias, aunque con “preguntas más concretas que no ha sabido contestar, y se remitió al departamento de contabilidad, que es quien decidía”, señaló Deutú. El letrado consideró claves una serie de movimientos realizados por el Banco Pastor en su momento, que motivaron todas las actuaciones judiciales que ha emprendido.
“Tenemos un hecho objetivo, que es el que Banco Popular establece unas depreciaciones de los inmuebles que envía a la CNMV. Había depreciaciones que son muy importantes y además no había depreciaciones en las filiales, no las encontramos”, dijo.
Sobre esta materia “no se han sabido responder preguntas con respecto a las depreciaciones realizadas a las participadas”, algo que le tiene preocupado.
El economista del despacho de abogados Frade Gobeo, Iñaki Frade, expresó también su punto de vista sobre una situación en la que ve claras responsabilidades de los mandatarios de la entidad.
“Defendemos lo mismo que ya defendíamos en 2011. Lo que el Banco Popular dijo en 2013 ante la CNMV, que el Banco Pastor estaba prácticamente en 2.000 millones de euros negativos cuando lo compró”, subrayó. Deutú y Frade piensan que para ocultar la situación los querellados orquestaron todo un artilugio fraudulento por el que la captación y contabilización de tesorería obtenida mediante engaño en sus oficinas a costa de inversores minoristas y contabilizada como financiación propia en sus balances era dirigida como crédito participativo o capital a las sociedades inmobiliarias fallidas.
“Las cuentas estaban manipuladas, maquilladas cuando se estaban colocando preferentes en el mercado por valor de 250 millones de euros”, indicó Frade.