Abanca centra su estrategia en la innovación tecnológica, pero refuerza el papel de las oficinas

Abanca centra su estrategia de crecimiento en la innovación tecnológica, ofreciendo a sus clientes operar principalmente a través de smatphones y tablets, pero sin olvidar el papel de la oficina bancaria, a la que otorga un papel de valor añadido incidiendo en la experiencia del cliente con la entidad.
Precisamente, la entidad bancaria gallega invirtió 82 millones de euros en la digitalización de sus procesos y en adoptar las tecnologías más punteras del mercado durante 2015, según destacó ayer su consejero delegado, Francisco Botas.
Así lo indicó en la ponencia “La banca en la era digital: innovación y evolución”, que pronunció en el curso “Desafíos de la economía española” organizado por Funcas en el marco de los Cursos Avanzados de Verano de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) en Santander. Botas aseguró que está “convencido” que la innovación es “la clave de la transformación del sector bancario” y la entidad apuesta firmemente por ello con la puesta en marcha de nuevos servicios que “mejoran la experiencia del cliente” y que hacen que este “mes tras mes esté más satisfecho con nosotros”.
En este sentido, ensalzó que sus clientes pueden operar “100% online” y destacó algunos de los últimos servicios que la entidad ha puesto en marcha como Abanca Cash, que permite retirar dinero de un cajero sin necesidad de tarjetas ni transferencias; o Abanca Pay, una herramienta que está “creciendo brutalmente” y que permite transferir dinero de forma gratuita de un móvil a otro con un límite de 150 euros.
Especial mención hizo de la implantación de Samsung Pay, lo que ha convertido a Abanca en “una de las primeras entidades bancarias”, en concreto la segunda en Europa, en ofrecer a sus clientes el pago móvil, que permite realizar compras desde un Smartphone en cualquier establecimiento que acepte el pago contactless.
Sobre las nuevas oficinas de Abanca, el consejero delegado indicó que también están enfocadas a esa mejora de la experiencia de los clientes, de forma que muchas “ni siquiera tienen caja” porque, argumentó, “el dinero en efectivo empieza a desaparecer”.