La victoria ante el filial casi garantizaría la permanencia

El Basquet Coruña encara hoy un partido más relevante de lo que pudiera parecer a simple vista, puesto que, en caso de vencer al Barça B, tendría casi garantizada la permanencia, ya que seguiría, como mínimo, estaría tres victorias por encima del descenso con solo cinco jornadas por delante.

En esa lucha por la salvación está el filial, que dirige el ourensano Diego Ocampo, que acumula un triunfo menos que la ‘marea naranja’, que en la primera vuelta se impuso en pista azulgrana por un contundente 65-88, por lo que de vencer hoy, su ventaja sería de tres victorias.

Regreso y homenaje
Gustavo Aranzana recupera a Quinton Stephens para un compromiso en cuyo descanso el club naranja rendirá homenaje al CRAT femenino, que el pasado domingo se proclamó campeón de Liga por segunda vez en su historia.

El Barça B, segundo equipo que menos valora de la competición, tiene como referentes ofensivos al escolta Aleix Font (15.5 puntos, 3.5 rebotes y 1.9 asistencias) y al alero argentino Leo Bolmaro (10.9, 3.3 y 2.3), quien la pasada semana anotó 30 tantos en el triunfo frente al Huesca.

Un éxito que puso fin a una racha de tres derrotas seguidas del filial, que ha ganado solo tres de sus últimos diez encuentros. El Coruña, que lleva dos derrotas consecutivas, tampoco nada mucho mejor, ya que solo ha sacado adelante uno de sus últimos cinco compromisos y, además, viene de ofrecer una pésima imagen en la pista del Canoe.

Estadísticamente, el conjunto herculino es muy superior al azulgrana, el segundo que más balones pierde, el cuarto que menos rebotea y el quinto con menos puntería desde larga distancia. Sus fuertes, que los tiene, son el talento y la versatilidad de sus jugadores, que en un buen día conjunto pueden hacerle un traje a cualquiera, aunque esta temporada ha pasado apenas un par de veces: en Melilla (63-95) y frente al Palencia (81-63).

Así pues, el Basquet Coruña se presenta como claro favorito a mandar en el marcador al término de los 40 minutos reglamentarios, aunque la irregularidad del equipo invita a un optimismo (muy) moderado.

De todos modos, si los pupilos de Aranzana –especialmente el apagadísimo Zach Monaghan– juegan como saben, la victoria no se escapará de un Palacio de los Deportes que podría presentar una magnífica entrada, toda vez que la entidad ha dispuesto una oferta de dos entradas de público general al precio de una. Así que no hay excusa para no acercarse a Riazor y apoyar a un alicaído equipo que necesita garantizarse lo antes posible la continuidad en Oro por séptima campaña seguida.