A veces, la intención cuenta

A veces, la intención cuenta
Deporte Campeón-2017-01-19-031-feab8f8a

 

Dos goles a balón parado después de una primera parte con poca chicha supusieron el 1-1 con el que el Órdenes se quedó en inferioridad (expulsión de Ángel). El Laracha lo aprovechó y, casi con el tiempo cumplido, estalló con el gol de tres puntos de Dani Bea.
Faltaban diez minutos para el final del partido cuando Órdenes y Laracha (1-1 en el marcador) se disponían a hacer un cambio.
Aparentemente, la intención del equipo local -en inferioridad numérica por la expulsión de Ángel en el 76- era amarrar el empate. Por eso Nacho Pacios retiró al único delantero sobre el campo (Álex Blanco) para dar entrada a un lateral-central (Rendo). Por eso el lateral derecho titular (Callón) pasó a jugar de interior.
Aparentemente, la intención del equipo visitante -en superioridad numérica por la expulsión de Ángel en el 76- era lanzarse a por la victoria. Por eso Ambrosio Oróns retiró al lateral derecho (Iván) para dar entrada a un delantero centro (Miguel Taibo). Por eso el mediocentro Rebolo acabó en el costado derecho de la línea defensiva y por eso el Laracha emprendió los últimos minutos de partido con dos puntas y una pareja de mediocentros de creación (Iago Iglesias y Denis).
Fuera apariencias, el equipo que fue a por el partido, que arriesgó, que trató de acentuar su superioridad numérica dando un paso al frente con piezas ofensivas obtuvo premio. El Laracha se apoyó en un golazo desde fuera del área de Dani Bea para amarrar la tercera victoria consecutiva en un 2015 de récord.
La película del partido comenzó a rodarse mucho antes con un argumento que no fue el de un film de aventuras. Los que llegaron tarde no se perdieron grandes detalles. Llamó la atención, quizá, la suplencia de Denis. El Laracha ganó los dos primeros partidos del año con Rebolo y Martín como pareja de mediocentros y Ambrosio apostó por la decisión más racional: la de la continuidad. Nacho Pacios le dio el lateral derecho a Callón y dejó sentado a Rendo; otorgó a Álex Blanco la titularidad como delantero centro y concedió a Nacho (entró en el 87) los minutos de un milagro que nunca se produciría.
Durante la primera parte, el Laracha dio la ligera sensación de asumir más iniciativa. Alexandre, en dos acciones prácticamente consecutivas, estuvo cerca del gol, pero le faltó puntería. Antes, mediado el primer período, el Órdenes probó con dos disparos desde fuera del área (Ángel primero y Juampa después).
El inicio del segundo tiempo condujo al Órdenes a sus mejores minutos de fútbol. La sociedad Julián-Souto, con aportaciones esporádicas de Callón, propició las mejores combinaciones ofensivas de un equipo que iba a más. Ni diez minutos se habían cumplido cuando un córner botado, precisamente, por Souto encontró la cabeza de Ángel en el borde del área pequeña. 1-0.
Para tratar de superar a un Órdenes probablemente más hermético defensivamente, Ambrosio cambió de mediapunta. Retiró a Brais y dio entrada a Iago Iglesias, un futbolista con más influencia en el juego asociativo y con un guante en el pie izquierdo. Fue a partir de una falta lateral botada por el exjugador del Racing como llegó el gol del empate. El balón, la rosca con efecto peonza, trazó una parábola amenazante sobre la portería de Mario. El cuero tocó el césped y quedó muerto para que Antonio, lanzándose al suelo, le diese la vida suficiente como para arañar la red. 1-1.
Cuando más cómodo podía estar encontrándose el Órdenes, el partido se puso cuesta arriba. Primero con el tanto del empate y poco después con la expulsión de Ángel. Dos tarjetas amarillas en menos de diez minutos dejaron al Órdenes con uno menos para afrontar el último cuarto de hora. En el 80, un entrenador tomó una decisión para no perder y el otro para ganar. Y esta vez sí, ganó el que quiso y, además, pudo. Lo hizo posible la genialidad de Dani Bea, protestada, eso sí, por los jugadores del Órdenes, que reclamaron una falta previa.

A veces, la intención cuenta

Te puede interesar