Última vida extra

El Deportivo recibe esta tarde al Almería con la última vida extra de Juan Antonio Anquela en juego. Al técnico jiennense se le agotaron todas las balas tras la derrota del pasado jueves en Girona y es consciente de que hoy se la juega en Riazor al todo o nada sin un escudo que le proteja en caso de no sumar una victoria.

La semana comenzó con el presidente blanquiazul, Paco Zas, asegurando que “ni se nos ha pasado por la cabeza destituir a Anquela”, pero el 3-1 en Montilivi y, sobre todo, la imagen caótica que ofreció el equipo frente al conjunto catalán han dejado al entrenador andaluz al borde del abismo.

“Solo lo decís vosotros, a mí nadie me lo ha dicho; vosotros sí, y creo que estáis en lo cierto”, reconoció el propio técnico deportivista cuando ayer le preguntaron en la sala de prensa de Abegondo si este sería su último día al frente de la plantilla blanquiazul en caso de no sumar los tres puntos.

Los números son abrumadores. La escuadra coruñesa, que comenzó la temporada con el único objetivo de pelear por subir a Primera División, se encuentra, después de nueve jornadas, a diez puntos del ascenso, a ocho del playoff e instalado en la penúltima plaza con un solo punto de ventaja sobre el colista.

Pero si los datos son para tirarse de los pelos, con un solo triunfo —el logrado en el estreno liguero frente al Oviedo (3-2)— cuatro empates y cuatro derrotas, el juego exhibido es aún más desesperanzador.

La fragilidad defensiva es el talón de Aquiles del conjunto deportivista, como ha reconocido el propio capitán, el herculino Álex Bergantiños.

“Estamos teniendo errores que nos penalizan muchísimo y así se hace difícil si en casi todos los partidos estamos encajando dos goles. O cortamos eso o es imposible”, señaló el viernes el mediocentro, quien trató de ver el lado positivo al asegurar que “hay que agarrarse a que peor no lo podemos hacer”.

Para acabar con los fantasmas que han aparecido en el entorno blanquiazul tras el nefasto primer mes y medio de competición, el Depor necesita derrotar al Almería en Riazor con la duda de qué ambiente se encontrarán los blanquiazules en la grada, después de que en el último partido en el estadio coruñés se escucharan cánticos contra Paco Zas y Carmelo del Pozo.

Hoy podría tocarle a Anquela, que se salvó de los ataques pero es uno de los señalados por la afición, e incluso a los jugadores, cuyo rendimiento está siendo nefasto y muestran una falta de confianza absoluta cuando saltan al césped.

‘Mea culpa’

Uno de los futbolistas cuyo nivel está a años luz del que se le presupone es Lampropoulos.

El griego pidió perdón tras su grave error que costó el tercer gol en Montilivi, pero puede que ni el ‘mea culpa’ le salve de perder la titularidad, ya que sus errores defensivos y sus enormes problemas para sacar el balón han sido una constante desde la primera jornada.

El entrenador podría dejar en el banquillo a ‘Lambro’ y alinear en su puesto a Peru Nolaskoain, que en el último encuentro actuó de inicio en la medular sin mucha fortuna.

El cambio de posición del futbolista vasco al eje de la zaga permitiría el regreso al doble pivote del japonés Gaku Shibasaki, que volvería a formar pareja junto a Álex Bergantiños, tras una semana en blanco por su pobre juego.

Anquela, que ha vuelto a dejar fuera de la convocatoria por decisión técnica al peruano Beto Da Silva y que cuenta con las bajas de David Simón, Somma y Koné, podría premiar a Borja Valle, tras su gol contra el Girona, con la titularidad en el extremo izquierdo.

En punta, Christian Santos podría regresar al once, ya que la actuación de Longo en Girona fue muy pobre. l