La UD amarga el estreno de Parralo

La UD amarga el estreno de Parralo
Lucas Pérez fue el autor del gol de la escuadra deportivista | cabalar

Noche aciaga para el RC Deportivo en su estreno en la Copa del Rey 17-18, con una dura derrota por 1-4 que elimina de modo virtual a los coruñeses a falta del choque de vuelta de finales de noviembre.
La llegada de Cristóbal Parralo no pudo ejercer el efecto revulsivo esperado y el club herculino fue víctima de su propia inseguridad y desesperación ante una UD Las Palmas que se aferró a su magia para desarbolar a los coruñeses.
El encuentro de ida de dieciseisavos de Copa del Rey comenzó con un fogonazo a cargo de Schär —a los 50 segundos de juego— desde 30 metros, que astilló el poste izquierdo de Lizoain.
Riazor soñaba con la reacción a un inicio de temporada zozobrante pero enseguida la calidad ‘canariona’ devolvió a su triste realidad a los herculinos.
El 0-1 se gestó en el minuto 7, en un slalom de lujo de Vitolo, que estampó el balón en el larguero después de dejar atrás a Bruno Gama, Juanfran y Schär; el rechace del travesaño cayó en pies de Vicente Gómez, que asistió a Momo para que este batiese por bajo a un desconcertante Tyton, que tocó el cuero con su mano derecha pero no evitó la diana.


En medio de un rosario de tarjetas amarillas mostradas por Mateu Lahoz el cuadro local era un manojo de nervios; no en vano, la ansiedad coruñesa se redoblaría con el 0-2 en el minuto 16, después de una triangulación de billar a tres bandas entre Vitolo, Jonathan Viera y Momo, que solo tuvo que empujar a placer al fondo de las mallas en posición al límite del fuera de juego.
Los blanquiazules entraban en pánico y la afición acentuó su grado de crispación, justo antes de que Juanfran perdiese el control de sus nervios tras ver cartulina amarilla por un pisotón a Viera y fuese expulsado por hacer observaciones a un Mateu Lahoz desconocido, que en esta ocasión renegó de una de sus mayores virtudes, el diálogo.
Desde el minuto 23, en inferioridad numérica, la misión de frenar a una escuadra que practica fútbol de terciopelo cuando dispone de libertad se complicó.
Tyton atrapaba un remate de cabeza de Vicente Gómez —aplaudida de modo socarrón por el respetable— que bien pudo haber supuesto el tercero de los amarillos.
Mientras el Depor trataba de estirarse con un pase interior brillante de Bakkali que no pudo aprovechar Lucas Pérez, los insulares perdonaban el tercero, también por medio de su mediocentro Vicente.
Con la frustración de verse por detrás de nuevo en el marcador por 0-2 y con un Riazor que fundía cemento y abucheos se llegó al intervalo.

Pundonor y castigo
El paso por los vestuarios infundió ambición a los coruñeses, que intentaron volcar el campo hacia el marco de Raúl Lizoain.
Aunque la primera oportunidad corrió a cargo del central uruguayo visitante Lemos, un ‘francotirador’ a balón parado, el Deportivo gozó de una clara ocasión por medio de un infatigable Lucas Pérez, cuya maniobra en el área quedó eclipsada por una estirada sensacional del meta rival.
La UD Las Palmas intentaba por todos los medios que el esférico rodase y rodase hasta que el cansancio y la desazón deportivista se hiciesen todavía más palpables con el paso de los minutos.
Bruno Gama con la pierna izquierda lo intentó desde fuera del área y su potente chut salió ligeramente desviado.
Los ánimos blanquiazules se vinieron arriba en el minuto 58, cuando un centro prodigioso en zona de tres cuartos de Bakkali con su pierna menos buena, la derecha, fue rematado de cabeza por Lucas Pérez; el testarazo entró con suspense tras tocar en el palo pero el 1-2 subió al marcador, aportando emoción a la ida de la eliminatoria.
El asistente del primer gol coruñés tuvo el empate en sus botas tres minutos después, en una colada en la que pecó de exceso de individualismo y no vio la incorporación de un Fede Valverde que dio una lección de voluntad, en su puesto natural y también pegado al carril del ‘2’ a raíz de la tarjeta roja a Juanfran.
El ‘18’ asumió la responsabilidad ofensiva y rozó la igualada con un zurriagazo de libre directo en una falta lateral que estuvo a punto de sorprender al arquero ‘pío-pío’.


Cristóbal Parralo oxigenaba a su equipo con la entrada primero de Gerard Valentín y posteriormente de Andone en lugar de Lucas Pérez y de Mosquera en la demarcación de Guilherme. Era el regreso del mediocentro del de A Gaiteira tras la lesión muscular que lo mantuvo apartado del equipo en las últimas semanas.
Fede Valverde desperdició dos oportunidades de oro para marcar, ambas en el 76’, con un disparo seco al ‘muñeco’ Lizoain y otro remate tras chut de Andone que salió alto cuando las 12.000 gargantas de Riazor ya cantaban el empate.
Calleri indultó a Tyton en el 80’, pero no repetiría error menos de un minuto después tras un gran pase de Viera. El 1-3 supuso un mazazo durísimo para un Deportivo que se vació en la segunda parte.
En el minuto 89 los amarillos sentenciaban el enfrentamiento con el 1-4, con un segundo tanto del ‘9’ argentino que apuntillaba a un Depor virtualmente eliminado de la Copa del Rey.

La UD amarga el estreno de Parralo

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