Un triunfo de primera

El Deportivo ganó con justicia en Villarreal después de controlar bien el partido ante un equipo que realizó muchos cambios y que, evidentemente, no fue el de otras tardes por las rotaciones, pero un buen rival, en definitiva, que sucumbió ante un conjunto, el blanquiazul, mucho más activado en el encuentro.
El choque comenzó con una clara declaración de intenciones. Luis Alberto disparaba a la madera a pase de Laure. El gol se cantaba en las gargantas de los nerviosos seguidores blanquiazules pero el poste escupía la pelota. Los negros presagios volvían a las mentes herculinas, sobre todo cuando a los 11 minutos Manu realizaba una gran parada a disparo de Baptistao y repetía a los pocos segundos blocando un chut de Samu García. El Depor había comenzado con una ocasión de gol pero el Villarreal, en esta fase del choque, superaba a los herculinos.
A los 25 minutos intentaba -de nuevo Baptistao- otra acción en ataque que finalizaba con un lanzamiento que se marchaba fuera. A partir de ese minuto el Deportivo se desperezó.
Sabedor de que tendría que pisar el campo rival para sacar algo positivo, comenzó a jugar al ataque. A los 29 minutos Lucas se quedó solo ante el portero pero no fue capaz de controlar para disparar. La habitual velocidad del de Monelos dio paso a pensar demasiado la jugada y perdió la ventaja. Pero al menos el equipo gallego pasaba a protagonista en el guión del partido.
En el 31 llegaba el primer gol. Un gran Fede Cartabia enviaba la pelota casi desde el córner hacia la frontal del área, donde Fayçal Fajr llegaba para conectar un potente disparo, bien colocado, que batía pegado al poste al meta castellonense. El cuadro coruñés se ponía por delante en un momento crucial, a quince minutos del descanso.
Aguantó los envites amarillos el Depor durante el final de la primera parte, salvó dos ocasiones seguidas en el 33 y el 35 y fue durmiendo los instantes finales para llegar al descanso venciendo por la mínima.
En la reanudación el equipo blanquiazul salió presto a defender el resultado, esperando una contra para intentar la prematura sentencia del envite. Llegó rápido, en el 56. Un balón sacado casi desde la esquina del campo propio por Luis Alberto, volaba a tierra rival, cayendo delante de Lucas Pérez. El ariete del Barrio de Las Flores puso la directa, se llevó a su par, ganó el área atacando por el costado, se plantó ante Barbosa y lo batió por alto, de un trallazo, cuando el arquero caía esperando una pelota rasa. Un gran premio para el mejor del equipo esta temporada.
Marcelino realizó cambios en busca de más efectividad y dio entrada a Bakambu y Denis Suárez, dos titulares incuestionables. Ya era tarde. Con el 0-2 los jugadores herculinos tiraron de oficio para defender con absoluta contundencia en todas las líneas. En el 61 Baptistao envió el balón al poste y en el 72 Manu realizó una valiente salida. Luis Alberto pudo poner el 0-,3 en una clara opción en el 79, pero ya era lo de menos. El partido estaba ganado, por tanto la salvación y, a mayores, un envite –el del Real Madrid–que será de fiesta para Riazor. Bien lo merece el deportivismo tras haber estado a la altura, sobre todo, en la dura segunda vuelta. Salvados.