Trámite tras los festejos

Trámite tras los festejos
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El Depor cayó en Girona en un encuentro en el que hubo dos intensidades bien distintas, la local con la fuerza que da el luchar por un objetivo y la visitante, de resaca, y con poco que aportar después de haber logrado el ascenso y quedar literalmente fundidos física y mentalmente.
Vázquez apostó por un 1-4-4-2 de inicio. Fueron bastantes las novedades con las que el entrenador encaró el último choque del año. Por la alineación se veía que el técnico quería goles, victoria, aunque el equipo mostró estar bajo de intensidad. De salida Luisinho fue lateral, aunque acabó jugando en la posición de interior, mientras que Toché y Borja fueron los puntas elegidos para la vanguardia.
El Depor salió manejando la pelota y el Giorona pasó a hacerse dueño y señor del partido. Le iba la vida en ello porque solo le valía la victoria para conseguir el objetivo de la salvación. Aunque los coruñeses plantaban cara el cuadro catalán comenzó a llegar con ocasiones muy claras para perforar la meta de Fabricio.
A los 12 minutos a punto estuvo de anotar Felipe Sachón de fuerte disparo. Repitió el mismo protagonista a la salida de un córner que Fabricio despejó. El Depor se veía superado en la intranscendencia por un rival que se iba haciendo cada vez más grande. Estaba claro que los de Vázquez aguantarían lo que pudiesen pero, una vez que llegase el tanto local, que se estaba cociendo, posiblemente el listón del partido bajaría de manera ostensible y sería más fácil de saltar para un Girona que, aunque por momentos parecía no atacar, siempre tenía el encuentro completamente controlado.
Aunque Toché tuvo una buena oportunidad a los 21 minutos y Borja mandó la pelota por encima de la portería en el 30, quien pegó primero fue el equipo catalán. Lo hizo por medio de Ortuño, que en la previa había recomendado al Depor ‘no meter el pie’. Consiguió llevarse la pelota en una salida en falso de toda la defensa coruñesa y, de vaselina, batió a Fabricio. El Depor agotó el tiempo que le quedaba hasta el descanso intentando recomponerse y el Girona celebró por todo lo alto el primer paso del camino hacia la permanencia.
Tras el tiempo de refresco el Deportivo saltó al terreno de juego con las mismas intenciones que al principio. Nada de jugársela por nada, máxime cuando la propia LFP desvirtúa la competición con el encuentro de Eibar disputándose hoy en lugar de ayer, a la misma hora que el Deportivo. Si ya estaba claro desde un principio que el conjunto herculino no se arriesgaría a una lesión o a un susto con el objetivo del ascenso conseguido, en el segundo periodo, entre el cansancio, aún se notó más.
Aunque Borja fue el primero en disparar tras la reanudación, el Girona puso cerco a la meta deportivista e hizo intervenir a Fabricio en el minuto 52. Dos más tarde llegaba el 2-0. Felipe sorprendía al portero canario del Depor con un disparo ajustado al palo, anotado con la zurda.
Se sentenciaba el encuentro y las escasas posibilidades de ‘campeonar’. El tercero fue un golazo. Eloi arrancó en el medio del campo tras una jugada en la que le favorecía la ventaja en una falta a un compañero. Dribló a quien le salió al paso y anotó un gol que desató la euforia en Montilivi.
Fernando Vázquez hizo cambios para que al menos no le cayera el cuarto. Fue el Depor quien acortó distancias, en el 85, con un gol de Arizmendi que maquilló el resultado final. Los tres minutos añadidos por el árbitro sobraban en un envite en el que el Deportivo evidenció que ya no puede más por la temporada, por haber conseguido y celebrado el objetivo y porque ayer era muy difícil jugar contra el Girona.
Vázquez puso en liza a un once de nombres para no desvirtuar la competición pero posiblemente los chavales de la cantera le hubieran puesto más ganas. En cualquier caso poco importa el encuentro de ayer. Lo importante empieza el 24 de agosto, y será en Primera. Por Girona pasó el Depor de resaca y, que nadie se olvide, de Primera.

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