Tino Fernández, 1.000 días al frente del timón

 
Después de una disputada campaña electoral, Constantino Fernández Pico logró desbancar a Augusto César Lendoiro de la presidencia del RC Deportivo tras un cuarto de siglo de mandato del dirigente de Corcubión.
Lendoiro había dejado el listón deportivo muy alto, con seis títulos oficiales, cinco presencias en Liga de Campeones consecutivas e innumerables noches de ensueño para el deportivismo.
Sin embargo su legado económico fue una losa para un club cuyo futuro parecía ser bastante incierto, acuciado por las deudas y con las diferentes vías de ingresos embargadas.
La asamblea general de accionistas del pasado 21 de enero de 2014 marcó un antes y un después en la centenaria historia del RC Deportivo.
Tino Fernández fue capaz de alcanzar el voto de confianza de más del 72 por ciento del accionariado de la escuadra blanquiazul y el reconocido presidente de Altia se hizo al frente de un club con anhelos de reverdecer viejos laureles.
Desde el mismo momento de su coronación, hace exactamente hoy 1.000 días, el nuevo gestor tuvo que encarar numerosos y complicados frentes: lograr el último ascenso, la permanencia en Primera –sinónimo de viabilidad económica– y cuadrar las cuentas del primer equipo para intentar hacer menguar día a día una deuda millonaria que lastra las ansias de volver a despegar del club y su fidelísimo entorno.
De la mano de Fernando Vázquez —elegido para el puesto por la anterior directiva— paladeó el retorno a la Liga de las Estrellas apenas cinco meses después de su elección.
Una serie de tiranteces todavía hoy sin desvelar dieron al traste con un entrenador que sintonizó a la perfección desde el primer día con la grada de Riazor; llegó la hora de sufrir con Víctor Fernández, aferrarse a Primera División con Víctor Sánchez del Amo en el último suspiro en el Camp Nou y volver a sufrir en el curso 15-16 con una segunda vuelta lastimosa del míster getafense.
En su tercera temporada manejando el sillón presidencial del Depor, Tino aspira a más. Equilibrio económico, social y deportivo, sus pretensiones.