Superioridad en inferioridad

Superioridad en inferioridad
Edu Expósito levanta el puño celebrando el gol de Borja Galán (d), el primero del Fabril en la tarde de ayer en Abegondo | javier alborés

Exhibición del Fabril en Abegondo. En el duelo de filiales ante el Real Madrid Castilla, el equipo blanquiazul vapuleó a su rival sin paliativos. Fue tremendamente efectivo en el primer cuarto de hora, controló la posesión con brillantez hasta la expulsión de Carlos López, aguantó sin problemas en inferioridad numérica y hasta pudo ampliar la renta en la segunda parte. Una diferencia abismal entre ambos conjuntos.
No había sucedido gran cosa en el inicio de partido pero a los 9 minutos apareció Borja Galán, uno de los puñales del filial en este inicio de liga, para clavar un golazo de falta por toda la escuadra. Disparó por encima de la barrera, tenso, pegado al palo y con un efecto que hizo inútil la estirada de Luca. Imparable.
El Fabril ya tenía el partido donde quería pero el Castilla seguía sin saber cómo parar el flujo de fútbol que destilaba el centro del campo blanquiazul con Edu, Carlos y Bicho, éste en la mediapunta. Y llegó el segundo y también el tercero, casi seguidos. El 2-0 fue obra de un Uxío que actuó como lo que es, un cazagoles. Estuvo atento al rechace del portero Luca después un tiro de Borja Galán y no perdonó.
Tampoco lo hizo Pinchi, que castigó un error de Arturo, que se tiró al suelo para robar un balón y se le coló entre las piernas. El extremo deportivista aceptó el regalo y conectó un trallazo pegado al poste que volvió a dejar a Luca sin opciones. Solo habían pasado 17 minutos y el baile ya era considerable.

Polémica
Sin embargo, a la media hora apareció el árbitro Ruiz Álvarez para nivelar el encuentro. El mediocentro Carlos López se lanzó al césped para cortar un balón dividido y llegó antes que su rival. No lo vio así el colegiado, que le enseñó la segunda tarjeta amarilla y lo mandó a los vestuarios. La superioridad exultante del Fabril se esfumó en un abrir y cerrar de ojos.
No obstante, el filial blanquiazul no sufrió en exceso en la recta final del primer acto. Cristóbal Parralo reaccionó rápido dando entrada a Queijeiro por Uxío para mantener dos mediocentros en el equipo y el cuadro local solo concedió una ocasión hasta el descanso. Eso sí, fue triple. Pero Francis, One y la falta de puntería madridista provocaron que el marcador siguiera 3-0.

El cuarto, a punto
Santiago Solari modificó a su Castilla tras el descanso. Cambió a una defensa de tres centrales pero los madridistas continuaron espesos. Sin ir más lejos, las primeras oportunidades del segundo tiempo fueron blanquiazules aunque Queijeiro primero y Pinchi después finalizaron sendas contras con un disparo alto.
Posteriormente la tuvo Mancebo pero su remate a centro de Quezada se fue a las nubes cuando tenía todo a favor. Campuzano también pudo recortar distancias poco después pero calcó el remate de su compañero con el mismo resultado.
La recta final del partido fue más tranquila de lo esperado. El tremendo esfuerzo de los coruñeses no les pasó factura e incluso se permitieron el lujo de acariciar el cuarto gol en varios contragolpes. El primero, conducido por Romay, lo culminó Pinchi con un tiro desviado y el segundo lo desperdició Queijeiro al telegrafiar el disparo en un mano a mano ante Luca.
El Castilla lo intentó hasta el final aunque no fue el día de un filial madridista espeso y sin ideas. En definitiva, superioridad clara del Fabril a pesar de la inferioridad, en este caso numérica. l

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