El Silva le dio vida a un Arosa que fue de menos a más

El Silva le dio vida a un Arosa que fue de menos a más
Los jugadores de Silva celebran el 1-0 ante la decepción de Rivas | p.g.f.

Los partidos de Grela 1 son interminables, no tienen dueño, son difíciles de predecir. Un equipo que en la primera parte domine puede ser dominado en la segunda y viceversa. Parece que el Silva siempre tiene las de ganar. Ayer volvió a parecerlo durante muchos minutos pero un cambio de disposición en la segunda mitad le dio alas a un Arosa que pudo llevarse los tres puntos de Grela 1 si no fuese por la falta de acierto de cara a gol.

La historia empezó como empieza muchas veces en el campo del Silva, con un gol de Movilla. El delantero centro del equipo que entrena Javier Bardanca es el idóneo para Grela 1. Pocos arietes de la categoría tienen esa capacidad para rendir a un nivel tan alto como lo hace el ‘9’ silvista. Presiona, disputa, aprieta, gana por arriba, llega al área, es solidario y aporta una importante cantidad de goles cada temporada. Ayer metió el 1-0 que le dio al Silva esa ventaja que no tranquiliza demasiado en Grela 1.

El Silva, como era de esperar, se encontró más cómodo que el Arosa en los primeros cuarenta y cinco minutos. El equipo de Xurxo Otero se presentaba en A Coruña tras dos derrotas consecutivas y con la imperiosa necesidad de conseguir los tres puntos para no descolgarse de los puestos de fase de ascenso a Segunda División B.

Dotado de experiencia en el centro del campo (Michi Leal y Kata) con calidad en la izquierda (Marcos Gómez) y también en la derecha (Real), el Silva consiguió maniatar a un Arosa al que le costó adaptarse a las circunstancias: campo y juego del rival.

La segunda parte fue, en cambio, del Arosa. Con la primera sustitución del Silva -salió Real y entró Moure-, de marcado corte defensivo, el equipo de Javier Bardanca dio, consciente o inconscientemente, un paso atrás y permitió al Arosa manejar la pelota con más comodidad en el medio e incluso cerca del área contraria. La primera medida que adoptó Xurxo Otero fue sacar a Eloy y meter a Julio Rey, tirando a Fran Monroy a la izquierda. Más calidad, más desequilibrio por dentro y mejor último pase. Además, Julio se encargó de las acciones a balón parado que generaron mucho peligro en el área local.

La estrella de la segunda mitad fue Damián, el portero del Silva. Empezó parando un tiro desde media distancia de Antón Vilas, luego desquició a Sylla, a Fran, a todos. El guardameta local desbarató todas las opciones del Arosa en la segunda mitad salvo una, la del empate.

Una falta lateral botada por Julio Rey fue cazada por Sergio, que lanzó con la derecha, el siguiente rechace le cayó a Suso, que probó con la zurda hasta que Aitor, desde dentro del área, metió con la izquierda el 1-1.

Faltaban quince para el final y el partido estaba más para el 1-2 que para el 2-1. Un autopase de Antón le sirvió a Julio para convertir en estrella a Damián, que dejó el marcador en 1-1. l

El Silva le dio vida a un Arosa que fue de menos a más

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