Siempre Monaghan

Siempre Monaghan
La mayor experiencia y poderío físico de los pupilos de Gustavo Aranzana fue una de la principales claves en los momentos en que se jugó la victoria | fcb basket

El Basquet Coruña sudó un triunfo vital de cara a asegurar lo antes posible una plaza en playoffs, gracias, especialmente, a un Monaghan que volvió por sus fueros después de dos partidos grises.

Comienzo frío del conjunto naranja. Contemplativo en defensa y acelerado en ataque, con escasa circulación de balón y triples precipitados. Solo Olmos, atacando por velocidad a Diagne, ponía algo de sentido.

Un sentido que se contagió a base de robos de balón –cinco en los seis primeros minutos– y asentó el juego de los de Gustavo Aranzana, con Flis aprovechando en el poste bajo su superioridad sobre Kurucs. Un parcial de 0-11 impulsó al Coruña (8-18), que poco antes del minuto 10 alcanzó su máxima renta (9-23).

La baja a última hora de Cooney condicionó la rotación naranja. Aranzana tiró de Torres y de Abia para suplirle. Y respindieron. El BC mantuvo su máxima renta hasta que la segunda técnica mandó a la grada al técnico local, Alfred Julbe, con 24-38.
La expulsión encorajinó a sus chicos, que bajaron el culo en defensa y empezaron a acertar desde el arco. Desde ese momento y hasta el descanso, parcial de 13-4, culminado con triple de Kurucs en el último segundo para devolver la vida al filial (37-42).
A la vuelta de vestuarios se mantuvo la inercia negativa del Basquet Coruña, aunque también se frenó la positiva del Barça. Fueron minutos de espesura naranja en ataque y, pese a que los locales tampoco se mostraban demasiado exhuberantes, poco a poco se acercaron hasta lograr, con el 47-46, su primera ventaja desde el 6-3 de minuto 4.

Al rescate
Y Monaghan salió al rescate. Dos canastas suyas consecutivas y una de Sonseca construyeron un parcial de 0-6 que reanimó al Coruña, pese que los árbitros se mostraon muy permisivos en los continuos contactos sobre el genio de Illinois. Misión cumplida del veterano Julbe. Un triple de Abia enfrió de nuevo al filial después de cuatro puntos seguidos de Diagne y una canasta de Font puso al 53-55 a falta de 10 minutos.
Los primeros minutos del acto final resultaron tan duros de ver como todo el periodo anterior. Canastas con cuentagotas, trabajadas hasta el límite y bastantes tiros libres. Baloncesto para hombres. Y los hombres lo certificaron.

Flis, que volvió a llevar a su par al poste bajo, y, sobre todas las cosas, Monaghan, aplicando triples marca de la casa cada vez que el conjunto azulgrana se acercaba peligrosamente. El último de ellos, a minuto y medio del final, para elevar al electrónico un lapidario 68-75.
Victoria que vale muchísimo, con la que iguala al sexto clasificado, el Castellò, y que lo deja a tan solo una de certificar un nuevo pasaporte para la postemporada. Cuanto antes se cierre, mejor.

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