Hasta siempre, Diego

Hasta siempre, Diego
Maradona con la Copa del Mundo tras derrotar a Alemania el estadio Azteca el 29 de junio de 1986 | efe

El astro del fútbol Diego Maradona falleció ayer en su residencia de la provincia de Buenos Aires a los 60 años de edad. “Murió Diego”, dijo Sebastián Sanchi, el jefe de prensa del campeón del mundo con Argentina en México 1986.

Alrededor de las 13.00 horas locales (17.00 en España) algunos medios locales informaron que Maradona sufrió un paro cardíaco y que al menos cuatro ambulancias se dirigieron a su vivienda.

El exfutbolista y entrenador de 60 años estuvo a principios de noviembre diez días internado en una clínica de Buenos Aires por anemia, deshidratación y con un “bajón anímico”, pero al hacerle chequeos se le diagnosticó un hematoma subdural por el que fue operado.

Luego, el técnico de Gimnasia y Esgrima La Plata tuvo “algunos episodios de confusión” que los médicos “asociaron” a “un cuadro de abstinencia”.

 

Pegado a una pelota

Endiosado, amado, venerado, admirado y respetado, pero también juzgado, criticado y cuestionado: todo eso, y mucho más fue Maradona, el hombre que que se volvió un mito en vida gracias al fútbol y a su personalidad.

Hijo de ‘Doña Tota’ (Dalma Salvadora Franco) y ‘Don Diego’ (Diego Maradona), nació el 30 de octubre de 1960. Fue el quinto hijo de los ocho del matrimonio y el primer varón. Tuvo una infancia con carencias y se crió en Villa Fiorito, una de las zonas más desprotegidas y abandonadas de la provincia de Buenos Aires.

Pegado a la pelota desde su infancia, en 1969 se sumó a ‘Los Cebollitas’, un equipo juvenil de Argentinos Juniors, que arrasó a casi todos los rivales con los que se enfrentó.

Debutó en Primera División a diez días de cumplir los 16 años, en una derrota de Argentinos Juniors ante Talleres por 1-0.  A pesar de su juventud, ‘Pelusa’ ya era famoso en el club por entretener y sorprender a los hinchas con sus malabares con el balón en el entretiempo de los partidos.

Pese a haber jugado algunos partidos con Argentina, el seleccionador, César Luis Menotti, lo dejó fuera de la Copa del Mundo que la Albiceleste ganó en 1978. Al año siguiente, Maradona conquistó el Mundial Sub-20 de Japón.

 

La mano de Dios

En México 1986 hizo su nombre inmortal al anotar el mejor gol del siglo XX y el tanto con ‘La mano de Dios’ a Inglaterra en cuartos de final del Mundial que Argentina ganó.

Tras colgar las botas probó como entrenador sin demasiado éxito. Y también pasará a la historia por sus declaraciones, problemas con las drogas, peleas y litigios judiciales, que lo pusieron muchas veces en el ojo de la tormenta.

Maradona denunció penalmente a su exesposa, estuvo años sin reconocer a varios de sus hijos, fue filmado mientras le pegaba a su expareja y también fue acusado de abuso sexual por una periodista rusa.

Criticó a la Iglesia católica, a la FIFA, a la Asociación del Fútbol Argentino y a decenas de entrenadores, jugadores y personajes públicos.

El deceso de Maradona marca un punto final en su historia personal. Sin embargo, su mito y su recuerdo quedará vigente por siempre.

Hasta siempre, Diego

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