Sensaciones e historia para la ilusión naranja

El Basquet Coruña tiene motivos para creer en la clasificación para las semifinales de los playoffs de ascenso a la ACB, tanto porque en los dos partidos disputados en Manresa demostró no estar por debajo del tercer clasificado de la fase regular como por los precedentes ligueros.

Desde que el club herculino aterrizó, en la campaña 2012/2013, en la segunda categoría nacional, en todos los playoffs ha habido triunfos de equipos que partían con la ventaja de campo en contra.

El propio Coruña lo sufrió en su carnes en el curso 13/14. Entonces al mejor de tres partidos, el Oviedo –bestia negra indiscutible del conjunto naranja– ganó en Riazor y sentenció en Pumarín.

‘Tiro al palo’
Una temporada antes –en la que el Basquet Coruña, que logró el último billete para la postemporada, estuvo a punto de dar el sorpresón contra el Andorra, frente al que cedió por 3-2– se registraron dos casos. En cuartos de final, el Cáceres eliminó (3-2) al Breogán y el Lucentum Alicante superó al Andorra, por el mismo marcador, en la final. En la de la 13/14, entre el Palencia y el Burgos, este último se impuso por 3-1 pese que la ventaja de campo era de su rival.
En la 14/15, también en series al mejor de tres partidos, el Lleida ganó en Palencia sentenció en su pista. En la 15/16, temporada inolvidable para el BC –eliminó (3-2) al Breogán en cuartos y forzó el quinto partido a Melilla en semifinales–, regresó el formato de cinco partidos. El Huesca superó cuartos, 3-1 contra el Oviedo, y semifinales, 3-1 ante el Burgos, con el factor cancha desfavorable, lo mismo que en la final, donde cayó por la vía rápida (3-0) contra el cuadro norteafricano.

La campaña pasada, en la que el Basquet Coruña forzó el quinto partido, disputado como visitante, contra el Palencia, las dos semifinales se las anotaron los conjuntos con el factor cancha en contra: el propio Palencia (3-2 ante el Oviedo) y el Burgos (3-2 frente al Breogán).

La victoria en el segundo partido jugado en el Nou Congost abre, por tanto, una puerta a la esperanza de la ‘marea naranja’, único equipo de los presnetes playoffs que ha conseguido ‘robar’ el factor cancha, ratificando lo sucedido en la fase regular, donde los de Gustavo Aranzana ganaron en el primera vuelta en Manresa (80-87) y cayeron en la segunda en Riazor (66-74), por culpa de mal último cuarto (16-27), después de dominar en el marcador los tres primeros.

Riazor acogerá los dos próximos. Los precedentes y las sensaciones invitan a soñar en naranja.