Una sangría en el Santiago Bernabéu

Una sangría en el Santiago Bernabéu
El goleador del Deportivo, Adrián, en segundo plano, mientras los jugadores del Real Madrid celebran uno de los goles | alfaquí

Ya lo decía Juanito. Noventa minuti en el Bernabéu son molto longos. Al Depor se le hicieron eternos desde que Adrián le puso por delante en el ecuador de la primera mitad. El segundo antes del descanso le dejó tocado y en la reanudación ya no hubo forma de reaccionar.
Poco se había hablado en Madrid de la visita del Deportivo. Que si el hipotético futuro blanco de Neymar, que si Ronaldo quiere cobrar como Messi, que si la crisis merengue, el fin de ciclo de Zidane... Y ahí llegó el conjunto coruñés, mentalizado para dar la campanada, consciente de la dificultad que entrañaba para un equipo que está en descenso, pero al fin y al cabo, sin nada que perder y con bastante que ganar: puntos en el mejor de los casos o moral para encarar la siguiente cita, un partido a cara de perro ante el Levante. Al final, ni una, ni otra.
El Madrid tenía que ganar. Volvía al Bernabéu, escenario de malos resultados en las últimas semanas, donde no ganaba desde el 5-0 al Sevilla a principios de diciembre. Y el Depor parecía la víctima propicia para desquitarse, un equipo, además, habituado a convertirse involuntariamente en remedio para rivales ‘tocados’.
Debutó One, que no se arrugó. Lo había augurado Cristóbal, que tiene confianza en el central del filial. No en vano, si permitió la salida de Arribas en el mercado invernal fue, entre otros motivos, porque estaba dispuesto a abrirle las puertas del primer equipo al balear. No se complicó la vida y empezó expeditivo en un estreno de altura. En un gran escenario, con todos los focos observando y, además, pendiente de Ronaldo.

El día después de que el Depor apuntalara la portería con Koval, Rubén, con el muslo izquierdo vendado, fue el menos malo en la tormenta. Otro gallo cantaría si el de Coristanco diera continuidad a sus actuaciones. Borja Mayoral, sorpresa en el once blanco, que no utilizó de inicio a la BBC, no tardó en avisarle de la que se avecinaba.
El Deportivo no desentonó al principio. Empezó tímido, como el disparo de Mosquera con la izquierda a pase de Adrián a los 16 minutos, justo antes de que Andone perdiera un duelo con Casemiro después de un buen desmarque a pase del capitán. Fue el preludio del tanto deportivista. Saque de banda de Luisinho, balón peinado por Andone ante Carvajal, penetración y centro de Lucas y remate de Adrián en el segundo palo. Demasiado pronto para ponerse por delante en el Bernabéu.
Despertó la ‘bestia blanca’ y arrinconó al Deportivo. El equipo tuvo que achicar agua y no aguantó mucho. Marcelo avisó con un disparo demasiado cruzado; Ronaldo, con un cabezazo que sacó a una mano Rubén; perdonó Casemiro, también en un balón aéreo, en el córner posterior; el poste y Rubén prolongaron un par de minutos más el 0-1, hasta que pasada la media hora de juego acabó la resistencia.

El Real Madrid ya había percibido lo que de todos es sabido: la fragilidad defensiva del Depor, especialmente por los costados. Nacho hizo una pared con Marcelo y definió en el área para empatar el choque y empezar a amargarle la tarde al deportivismo. Aguantar el 1-1 hasta el descanso era el siguiente reto, pero ni siquiera eso lograron los deportivistas. El arbitraje tampoco ayudó demasiado, como en la primera amarilla a Andone por una entrada a Casemiro. El brasileño se repuso de inmediato cuando el colegiado sacó la tarjeta del bolsillo. A tres minutos del intermedio, el Depor murió al contragolpe. Mosquera y Lucas no se entendieron, y de una contra blanquiazul surgió otra blanca. Bale la metió con la rosca en la escuadra de la meta de Rubén.
Mosquera se retiró lesionado al inicio de la segunda parte y el Depor se desangró. Rubén frustró el tercero (paracón a un cabezazo de Casemiro), pero lo encajó en la siguiente jugada, otra vez en un córner (Bale). Entró Çolak y aumentaron los problemas atrás. El Madrid se aprovechó de un rival descosido. Modric, desde la frontal, anotó el cuarto y el Depor tampoco estuvo fino en el área rival. Andone falló una doble ocasión y Ronaldo marcó a placer el quinto. En los últimos minutos cayeron el sexto, otra vez del luso, que se dejó la cara ante Schär, y el séptimo y definitivo, obra de Nacho, otra vez a balón parado y con el Madrid en inferioridad porque el portugués no regresó al campo tras retirarse ensangrentado.
Para sangría, la del Depor, que ya lleva 44 goles en contra. El Bernabéu diezmó aún más la moral de los blanquiazules. Toca levantarse en la final del sábado con el Levante.

Una sangría en el Santiago Bernabéu

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