Riazor se olvida de la victoria

Riazor se olvida de la victoria

El Depor se deshincha en casa. En un feudo que parecía inexpugnable, pero la cruda realidad es que desde que comenzó el año solo ha podido ganar al Albacete, empatando los otros cuatro compromisos y descolgándose de los puestos de ascenso directo. Se contaba el de ayer como un envite de tres puntos, pero fue de uno.


La novedad que aportó al once Natxo González para este partido fue la alineación de Matías Nahuel, quien había prometido en sus declaraciones previas de la semana darle ‘verticalidad’ al equipo. Poca aportó. La escuadra herculina se ubicó sobre el terreno de juego con Álex Bergantiños como ancla en el medio del campo, Mosquera y Edu un poco más adelantados, y Fede y Nahuel abiertos en las bandas, dejando a Quique en la punta de lanza. El choque comenzó como se esperaba, el Depor asumiendo la presión y el dominio y el Alcorcón conteniendo a los coruñeses.


El primer disparo a puerta de los locales y del encuentro llegaba a los ocho minutos con Edu Expósito ensayando desde la frontal del área. Inmediatamente después, un clamoroso error defensivo del conjunto blanquiazul provocaba un penalti de David Simón sobre Nono. Burgos se encargaba de transformarlo y ponía patas arriba el estadio de Riazor. Con seis derrotas seguidas fuera de casa, los de Cristóbal Parralo se situaban en el partido con un inmejorable resultado para dar la ‘campanada’.


Tuvo el empate el Depor a los 22 minutos con una falta botada por Fede Cartabia que se encontró una enorme mano del cancerbero del Alcorcón. Al rechace llegó Mosquera con la portería vacía, pero mandó la pelota a las nubes cuando el estadio cantaba el gol.


Siguió el Depor atacando, botando córners, acosando a los amarillos, pero sin fortuna. A los 28 minutos los coruñeses pidieron penalti por manos en el área de un defensor del Alcorcón, pero el colegiado de la contienda no lo interpretó de la misma manera.
Mientras el conjunto de Natxo González, que se desgañitaba en la banda, ro, los de Parralo esperaban una contra defendiendo con contundencia y con bastante paciencia.
A los 33 fue Nono el que dispuso de una opción para el cuadro visitante que acabó en córner. Dani Giménez neutralizó el balón a la salida del mismo. En el 38, Quique cazaba un balón en el área, después de varios rechaces, y conseguía empatar el partido. Edu ganaba línea de fondo, Mosquera recibía y daba de primera al vallisoletano, que rompía su sequía con un gol que hacía justicia a lo visto sobre el terreno de juego.
En el 41 el ‘pistolero de Pucela’ volvió a disparar desde el vértice del área y obligó a un paradón al meta amarillo. Sin descontar ni un solo segundo, el colegiado señaló el final del primer acto con el empate a uno en el marcador.

Al ataque
En la reanudación quiso el Depor jugar más, atacar más que su rival. A los 51 Dani Jiménez volvió a hacer un paradón a un zapatazo magistral de Quique, que olía la sangre desde la frontal.

Siguió el cuadro coruñés intentándolo pero con poca claridad, poca precisión, y el cuadro de Parralo esperando su oportunidad a la contra. Nono disparó desde lejos con la hora cumplida e hizo estirarse al meta gallego para enviar a córner. Con treinta minutos por delante el Depor siguió intentándolo, de hecho, en la siguiente jugada Edu Expósito mandó la pelota al larguero después de un ‘jugadón’.

El entrenador deportivista realizó el primer cambio pocos minutos después de esta acción, dando entrada a Borja Valle por un exhausto Fede Cartabia, que ayer no estuvo –además– demasiado acertado. Mientras, Cristóbal daba más consistencia al medio del campo alfarero.


Domingos Duarte salvó el gol del Alcorcón a los 69 minutos haciendo una ‘pantalla’ a un disparo ajustado a la meta de Jonathan Pereira y dos jugadores amarillos prestos a recibir el rechace. El partido se abría, con juego en las dos áreas, con los dos equipos intentando encontrar los mejores argumentos para romper la igualdad. Diego Caballo chutaba desde la frontal, llegando desde su flanco, a los 73 minutos, pero el esférico no tomaba la dirección adecuada y se iba a las nubes. Pocos segundos después, en el 76, Vicente, recién entrado en el terreno de juego por Mosquera, enviaba un pase medido a Nahuel, quien mandaba la pelota a Quique, derribado en el área, señalando penalti el colegiado. El castellano anotaba el 2-1 que ponía ‘orden’ en el choque. En la siguiente jugada era Juan Muñoz el que gozaba de una ocasión clara para marcar pero la pelota se marchaba cerca del poste. El Alcorcón lo rozaba. El propio Muñoz volvió a enviar un disparo ajustado en el 83 que los de Parralo casi cantaban como gol. Riazor sufría, pero al menos ganaba después de haberle dado la vuelta al resultado con mucho esfuerzo. Sin embargo en el 85, Casadesús marcaba un gol tras una jugada rápida que enfriaba los ánimos en el estadio blanquiazul. Un verdadero mazazo. Con poco más que nervios e intentonas vanas se llegó al final del partido. La evidencia es clara. Hay mucho que mejorar en prestaciones defensivas para que no se escapen más partidos en casa.

Riazor se olvida de la victoria

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