La temporada de pesca se abre con los ríos con poca agua y escasas capturas

Los pescadores coruñeses no han disfrutado ayer del arranque de temporada soñado. Los bajos cauces han dejado tan seco al troiteiro como a su cesto. En los ríos ártabros casi no hubo capturas de mención. Mendo, Mero, Zarzo, Lambre… respondieron con un sonoro capote a los pescadores. Hacia el oeste pesquero de la provincia merece especial atención la mala jornada en los emblemáticos Xallas y Grande. Escenarios como el sin muerte de Ponte Olveira no estuvieron a la altura de lo esperado. “Non é que non haia agua, non hai troitas”, decía, tras un madrugón de órdago, un veterano, de 70, en el Tambre, que en zonas como el intensivo de Pontemaceira registraba los caudales de julio.

La Direción Xeral para a Conservación da Natureza podría plantear vedas en algunos tramos especialmente delicados. Zonas de freza que, por ejemplo al vadear, pueden ser dañadas. En cualquier caso lo que se ha visto en el río es un ejemplo de responsabilidad por parte de los deportistas. “Es el propio pescador el que cuida el río, sabe que hay poca agua y respeta, por ejemplo, el vadeo, pero las que son esquivas con bajos caudales son las truchas y el que está en desventaja siempre es el pescador”, comentaba Miguel Piñeiro, periodista especializado del programa Ríos e Montes de la Radio Galega en Pontemaceira.

En definitiva, negros nubarrones se ciernen sobre la temporada truchera, que no en el cielo a pesar del mal tiempo de ayer, y ya se verá en mayo cuando se abra la veda de salmón y reo, el estado de nuestros ríos. Lo que no falla, nunca, es el alma del pescador. Hoy las riberas volverán a estar “petadas”, como ayer, y las tertulias seguirán siendo tan pesimistas como la de este primer domingo troiteiro.

Enrique García, un pescador ribereño de Salas, capturó en el río Narcea el primer salmón de la temporada, el “campanu”, que pesó 6,8 kilos.

El “campanu”, nombre con el que se conoce en Asturias al primer salmón que se captura en cada río, porque hace años se anunciaba su pesca con el repique de las campanas, no se hizo esperar este año y salió minutos después de las 10.00 horas.

El ejemplar fue capturado en un pozo libre conocido por el nombre de Los Kiwis, en Salas y, como es tradicional, será subastado en Cornellana.