“En las piernas tengo una marca de 2h 26 pelados”

El récord de España de maratón, que en categoría femenina cumplirá 20 años en poder de Ana Isabel Alonso (2h 26:51), es el objetivo declarado de la gallega Alessandra Aguilar, que tomará la salida el domingo en Londres con la confianza de saber que “en las piernas tengo una marca de 2h 26 pelados”.
Desde el 15 de octubre de 1995, nadie ha podido con el tope nacional. “Soy consciente de que en las piernas tengo el récord, y no por los pelos, sino margen, pero hay que correr. En mis piernas tengo una marca de 2h26 pelados, pero luego hay que hacerlo. Por ahora lo que hay es un 2h 27”, declaró Aguilar.
La gallega ocupa el tercer puesto en el ránking español de todos los tiempos, con el registro de 2h 27:00 que en 2011 le dio en Rotterdam (Holanda) el cuarto puesto.
“En Londres me juego muchísimas cosas. A veces he hablado con Ana Isabel Alonso sobre el récord. Ella quiere que yo lo bata, pero por otro lado no quiere que se lo quite, es normal. Si lo hago, se alegrará por mí, aunque piense que se lo he quitado”, subrayó Alessandra.
Sobre sus planes para Londres, explicó: “Nos han preguntado el paso que queríamos de liebre. Nosotros hemos pedido pasar el medio entre 1h 13 y 1h 13:30 para terminar en 2h 26 o 2h2 7. No sé si voy a tener la suerte de ir en grupo o sola”.
“Voy mentalizada a que, a lo mejor, de los 42 kilómetros voy 40 sola pero para eso estamos entrenando y soy capaz de llevar el ritmo. Las africanas están muy por delante. Luego están las portuguesas. Sara Moreira va a salir a arriesgar, ha hecho 2h 26 en New York. Yo estoy con alguna otra europea y a ver qué sale”, indicó Aguilar.
La fondista gallega no piensa cebarse en el ritmo de las africanas. “Voy a ir con mi objetivo marcado, con el ritmo al que tengo que ir y luego dependerá de como salga la carrera. Prefiero ir en grupo aunque vaya a un segundo por kilómetro más rápida, que ir sola. Lo importante es estar bien y cruzar la meta”.
Aguilar ya tiene “olvidada la lesión de Zurich”, en los Europeos del pasado año. “Fue un trago duro. Estuve parada tres semanas, la primera sin poder andar. Renuncié a New York, que ya la tenía cerrad, para curarme bien”, concluyó.