Otro golazo y a aguantar

Otro golazo y a aguantar
bruno gama, el autor del gol del triunfo, desborda a un defensa del mallorca quintana

 Por fin llegó la segunda victoria del campeonato, en el momento justo, cuando más falta hacía. Un triunfo costoso, trabajado, en el que el Mallorca dio siempre sensación de peligro, a veces con muy poco, mientras el Depor intentó elaborar fútbol y dar buen uso a la pelota.

Oltra no varió sus ideas ni un ápice. Se apostaba desde los medios con la posibilidad de ver a Riki y Nélson Oliveira juntos y de inicio, pero el Deportivo saltó con el sistema de juego que viene empleando desde la llegada del valeciano. De hecho, ambos entrenadores “equilibraron” el choque con los posicionamientos iniciales. Teniendo enfrente a un equipo entrenado por Caparrós se esperaba un encuentro exigente hasta el final y así fue.

El Depor ejerció de lo que es, una escuadra hecha para mover la pelota con criterio. El rival fue a esperar en tres cuartos de campo buscando la contra. Y así empezó el choque. A los dos minutos Riki disponía de un lanzamiento de falta en la frontal que se iba alto. Respondía el Mallorca con un disparo de Casadesús. En una nueva salida, después de que el Deportivo marease y perdiese la pelota, Aranzubia tenía que emplearse a fondo para despejar una pelota. Era el minuto diez y el planteamiento de ambos se reafirmaba.

1. intentando jugar a la pelota - El Deportivo intentó jugar un fútbol combinativo frente al planteamiento más directo del equipo de Joaquín Caparrós. Hubo que esperar media hora para marcar.

Siguió el equipo coruñés insistiendo en su postulado y, para romper la monotonía, Ayoze disparó a puerta al cuarto de hora. En el 19 el equipo hizo una gran jugada, con más de veinte pases, que culminaba Valerón con un disparo en la frontal a lo que respondía el cuadro balear con una nueva contra, de Pereira, que volvía a llevar peligro. Fue una constante durante todo el partido, el equipo bermellón hacía mucho con muy poco.

A los 29 minutos llegaba el golazo de Bruno Gama. Conseguía despegarse de dos rivales regateando por el exterior y mandaba cruzado donde Aouate no podía llegar. Riazor estallaba de júbilo. El descanso llegaba con el Depor atacando, pero el colegiado, bastante permisivo con el juego duro del rival, no dejaba ni tan si quiera botar un córner para el equipo coruñés.

Los de Oltra regresaron al verde bajo una intensa lluvia y las habituales pérdidas de balón se multiplicaron en ambos bandos por la cantidad de agua que cayó por momentos. El Mallorca tenía que arriesgar más y dejar la “racanería caparrosiana” para otro momento. Lo hizo, y el encuentro pasó a ser de ida y vuelta.

2. golazo de bruno gama que hace justicia - El gol de Bruno Gama, de bellísima factura, hacía justicia a las propuestas de ambos equipos. El partido cambiaba y el Mallorca tenía que apostar más.

Parecía más cómodo el Depor, recuperando y saliendo rápido, pero la sensación, además clara, era de que los mallorquines podrían empatar. De hecho, en los primeros segundos de la reanudación, dos ocasiones seguidas de los forasteros pusieron los nervios a flor de piel en Riazor.

En el 57 bien pudo sentenciar el equipo coruñés. Bruno Gama vio adelantado a Aouate y envió un balón envenenado que superaba al meta pero no entraba. La suerte tampoco quiso estar con el Depor en el 61, con una falta que Pizzi botó estrellando el cuero contra el larguero. Era el momento de sentenciar, del 2-0 e incluso de un resultado mejor, pero la pelota no quiso entrar y el partido entró en lo que todos los que vencen por la mínima temen: los minutos finales sin haber “cerrado” el encuentro.

El equipo coruñés no se puso nervioso, aguantó. La suerte que no tuvo para ponerse por delante en los minutos anteriores hizo que se llegase a un desenlace de partido trabado, con el Mallorca agotando sus posibilidades, en el que el único dominio que había estaba en el marcador.

Y así, poco a poco, fue cayendo el encuentro en su fin. No sin un par de ocasiones del Mallorca y otra de Nélson Oliveira, que se lesionaba en la carrera previa a un chut que ya no tenía fuerza. Hasta el 91, con un lanzamiento de falta de Giovani que se fue alto, no se pudo cantar victoria, tan necesaria como trabajada y merecida a pesar de que Riazor tuvo que pelear lo suyo para mantener el 1-0. Esto es Primera y nadie dijo que fuera a ser fácil. Hay que ir partido a partido. Batalla a batalla como ayer.

Otro golazo y a aguantar

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