Con las orejas tiesas y fe

El deportivismo está dividido entre los que se dejan llevar por los resultados y ven con preocupación la situación actual del equipo, que solo ha sumado cinco puntos en seis partidos y está en la zona baja de la clasificación, y aquellos que ven brotes verdes en los blanquiazules, que consideran que el equipo ha competido en todos los partidos y que entienden que los errores individuales han impedido que los de Gaizka Garitano se presenten el próximo sábado en Riazor en una situación más favorable.
El sufrimiento de las últimas temporadas, la experiencia de haber visto al Deportivo en problemas, condicionan el análisis del momento que atraviesa el equipo. Como decía Caparrós, Depor y afición están, necesariamente, con las orejas tiesas, alerta, para evitar el descalabro en una temporada que se vislumbraba positiva.
En una carrera de largo recorrido, el Deportivo no ha empezado como el cuerpo técnico, los jugadores y la afición desearían. Solo una victoria, cinco partidos consecutivos sin ganar y un único gol desde el traspaso de Lucas Pérez. En el vestuario son optimistas. Consideran que por méritos deberían llevar más puntos y confían en el potencial de la plantilla. Entienden que, por ahora, no se puede hablar de finales, pero catalogan de muy importante el partido ante el Sporting de Gijón. Hay motivos para tener fe en el Depor:

Solidez defensiva
Los blanquiazules solo han recibido un gol a domicilio. Lux ha encajado cinco tantos en seis partidos. El Deportivo se comporta como un equipo sólido con errores puntuales, muchas veces a título individual. Y eso, a pesar de la baja de Sidnei en los tres últimos partidos.

genera ocasiones
El Deportivo no ha encontrado fácilmente el camino a portería. Lucas fue protagonista de los dos primeros goles de la temporada ante el Eibar. El primero, asistencia suya a Mosquera. El segundo, un penalti que fabricó y transformó. Solo Borges ha dado otro tanto al Depor y no sirvió para puntuar. Andone llega, pero la suerte le está resultando esquiva (Postes, gol mal anulado...). El equipo se aferra a las oportunidades que es capaz de generar.

compite siempre
El Deportivo ha dado la cara en todos los partidos y ha tenido opciones de puntuar también en todos ellos. Ante el Eibar, sin brillantez en el juego, tuvo carácter y remontó el partido. Puntuó en el campo del Betis, perdió ante el Athletic por una genialidad de Raúl García, aguantó en Mendizorroza, superó al Leganés durante gran parte del encuentro y en el Calderón estuvo vivo hasta el final del partido pese a haberse quedado con diez.

autocrítica
Garitano admite públicamente los defectos del equipo. Preveía las dificultades que iba a tener el Depor para marcar goles, reconoce el que el juego en algunos partidos no estuvo a la altura, y, al menos, ha dado consistencia al Depor.
Guste más o menos, hay una seña de identidad. Por ahora no parece un equipo sin rumbo, desnortado, sensación que puede dar, por ejemplo, el Granada de Paco Jémez.

cuestión de tiempo
Es cierto que el técnico ha tenido a casi toda la plantilla a sus órdenes con la pretemporada recién iniciada, pero después han llegado los contratiempos. Se fue Lucas, llegó Joselu y se lesionó en el primer partido. Acudió al mercado de desempleados e incorporó a Babel fuera de forma. A Marlos Moreno tuvo que darle descanso tras su participación en la Copa América y la Libertadores.
Cabe recordar que en ataque solo continúa Fayçal de la temporada pasada. El equipo necesita margen para sincronizar la elaboración del juego.

arbitrajes
La mano negra tampoco ha ayudado demasiado al Deportivo en el arranque del campeonato. Ante el Eibar no sancionaron con penalti una caída de Juanfran en el área, frente al Athletic anularon mal un gol a Andone por un fuera de juego que no era. Frente al Leganés Albentosa reclamó al menos un penalti. Y en el Calderón, la expulsión de Fayçal puede considerarse algo rigurosa aunque el jugador se pasó de revoluciones.

la afición
El Deportivo tiene de su lado a la afición. Aunque el juego no convenza a buena parte del deportivismo, aunque los resultados no sean los esperados, aunque el equipo esté en la zona baja... El Depor sigue estando arropado por su gente, esos incondicionales que no le dan la espalda cuando vienen mal dadas.