Nueva prueba en Riazor

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El panorama para el encuentro de esta noche ha ido mejorando durante la semana. A golpe de lunes Víctor Fernández no disponía de muchas opciones para encarar a la Real Sociedad, escuadra llamada a mucho más que pelear por la permanencia. La más que probable sanción a Postiga, el no contar con Lucas, las dudas de Toché, la ausencia de Fariña, tocado Cavaleiro... No está siendo fácil para el técnico conformar un once, pero es que no está siendo ni tan si quiera sencillo el entrenar. Se pueden cuestionar muchas cosas, pero el trabajo de Víctor no merece más que respeto.
El aragonés preparó un modelo con tres centrales al no tener referencias en la punta. La semana avanzó y cambió el panorama. El Comité de Apelación retiró la segunda amarilla a Postiga, Toché entró en la convocatoria y Cavaleiro superó problemas de pubis. El panorama varió de manera notable. De hecho, el Depor puede encarar este encuentro con varias opciones, ya que ha trabajado el sistema de tres centrales y se desenvuelve con los cuatro zagueros como base.
Así pues, hay que aprovechar la coyuntura. Víctor Fernández puede saltar hoy con un esquema y, con un solo cambio, variar por completo la disposición del equipo. Hay trabajo en la espalda previo a este choque. Ayer en Abegondo los jugadores ‘volaban’ sobre el césped.
De cualquier manera y por mucho que se lo curre el técnico con sus pupilos, el partido es otra historia. Los sistemas los hacen buenos los jugadores. El preparador zaragozano tiene razón. El Depor ha jugado en muchas ocasiones con este estilo, pero en punta había jugadores, por ejemplo, como Bebeto. ‘Cambia o conto de carallo’.
La intensidad del equipo tiene que ir por bandera ante la Real, porque los donostiarras van a ser absolutamente activos, querrán convencer a su nuevo entrenador de que los once que salten deben repetir toda la temporada y no debemos olvidar lo dotado que está el plantel ‘txuri-urdin’ para jugar al fútbol. Es un equipo en el que coexisten jugadores como Granero, Canales, Vela, ‘Chory’ Castro... No hay mucho más que decir. Por la composición de la plantilla es evidente que los de La Concha han formado un bloque para pelear por Europa y no para escapar del infierno de la clasificación.
Pero el fútbol le da una oportunidad al Depor. Sin duda. Aunque haya quien piense que la Real es el peor enemigo que podría tener el cuadro blanquiazul delante, no se puede encarar el choque con tanto pesimismo.
No. Hay otra lectura más positiva. Se les puede meter mano. Llegan con dudas aunque han vencido al Atlético de Madrid; algunos jugadores están pasando por problemas de comunicación para adaptarse al trabajo del nuevo entrenador y, en definitiva, están en mal momento. Es cierto que han ganado nada menos que a los finalistas de la Champions. Sus dos victorias han caído ante Real Madrid y Atlético. Pero se le han atragantado los equipos pequeños, los que presionan y no dejan jugar.
Es ese otro dato a tener en cuenta. Getafe o Almería vencieron a los donostiarras a base de una intensidad que los vascos no mostraron en esos partidos. Si el Deportivo deja pensar a Granero, para que se la pase a Canales, y este se la ponga a Vela o al ‘Chory’ Castro ‘como se las ponían a Felipe II’, acabose.
Independientemente de que Víctor decida jugar con cinco, cuatro, tres o siete; independientemente del esquema, dibujo, sistema y planteamiento, de cómo se posicione el Depor y demás, como no se le imprima una velocidad más que los visitantes al partido será complicado ganarles.
El encuentro ante el Valencia, que parece irrepetible, tiene fases que sí son exportables a otros partidos. Los blanquiazules saltaron al terreno de juego con una actitud muy propia de un equipo que quiere mandar, sudar, sufrir y ganar. No dejaron pensar a los de Nuno. Aunque los encuentros duran noventa minutos, el cómo se encara un choque puede ser fundamental. En este sentido el Depor tiene que salir, como suele decirse ahora ‘enchufado’.
Hoy será una noche ‘de perros’ en Riazor. De esas en las que los buenos deportivistas, abrigados hasta arriba, soportan con estoicismo por ver ganar a su equipo.
Sólo una victoria en A Coruña en toda la temporada es poco bagaje para el equipo en este primer tercio de la temporada. Tiene ante sí la oportunidad de calentar un poco las frías gradas coruñesas, que desde las diez de la noche rugirán para animar al Deportivo. No se puede pensar en otra cosa que no sea vencer, sobre todo ante la crudeza del calendario. Aunque sobre el papel la Real sea mejor, hay que demostrarlo en el campo, donde juegan once contra once que, además, tienen los mismos puntos en la tabla clasificatoria.

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