No hubo cuarto bueno

No hubo cuarto bueno
Deporte Campeón-2017-03-25-025-02517006

El Basquet Coruña sufrió un tremendo revolcón en el Pazo Provincial, donde el Breogán se resarció con creces de las tres derrotas anteriores en su casa ante el equipo herculino desde que Tito Díaz tomó la batuta.

Y eso que al cuadro celeste, el máximo anotador de la competición, le costó arrancar. Claro, que, mucho más le costó al cuarto del ránking de puntos. Dos minutos tardó Arco en inaugurar el marcador con un triple, suerte que empezó a condenar al Coruña. Y es que el mejor equipo de la Liga en este apartado erró los seis que intentó en unos diez minutos iniciales de laxitud en defensa y precipitación y espesura en ataque. Demasiada ventaja para la máquina ofensiva de Natxo Lezkano.

Monaghan estrenó el casillero naranja cuando el celeste ya lucía ocho tantos. Pero es que la tercera anotación visitante llegó con 17 de los locales. La tercera fuerza del Coruña, correr, tampoco era posible por el alto acierto breoganista y su buena transición defensiva.

Y así, un triple de Cruz, después un grave despiste defensivo tras saque de fondo con solo 4 segundos de posesión, dobló el electrónico (24-12), justo antes de que Creus cerrase el acto con una bandeja (24-14).

Sin embargo, esos tímidos síntomas de despertar naranja los reventó Bropleh en el arranque del segundo periodo. El alero procedente del Oporto, que ayer vestía por tercera vez la camiseta del Breogán, dejó en evidencia al quinteto defensivo que Tito Díaz puso sobre el rectángulo: siete puntos seguidos y la asistencia al debutante Cabanas para un parcial de salida de 9-0.

Djuran, al igual que Monaghan en el primer cuarto, inauguró en transición y después de casi 4 minutos el casillero del Coruña. Una simple anécdota en medio del festival del Breogán, que a continuación firmó un parcial de 6-0 para edificar una renta sonrojante (39-16). Tanto como la actitud de los jugadores de Tito Díaz, clavados sobre el parquet mientras un pívot, Cruz, se marcaba un ‘coast-to-coast’. Huertas, desde el arco, acabó de hurgar en la herida (42-18).
Esa amplia ventaja pareció relajar a los locales, que permitieron a los visitantes por primera vez, y cuando ya iban 18:30, anotar dos veces seguidas. Y, por  si había alguna duda, Bropleh, desde 6.75, mandó el ‘derbi romano’ al descanso con casi todo el pescado vendido (48-30).

El arranque de la segunda mitad contempló los mejores minutos del Coruña, coincidiendo con los primeros balones del partido a sus interiores. Una antideportiva de Bropleh a Monaghan, traducida en cuatro puntos, animó a la ‘marea naranja’, que con una canasta del base tras rebote ofensivo, sembró cierta duda en el conjunto local (55-41). Duda resuelta con varios pases malos, dos faltas ofensivas seguidas –ambas en bloqueo– de Olmo y un carrusel de rebotes ofensivos del Breogán –volvía el viejo fantasma naranja–, con Fakuade agigantado, con sus ‘escasos’ 2 metros, en medio de las torres herculinas (recordemos, cinco jugadores por encima de 2.07). El resultado fue un parcial de 12-3 que, ahora sí, dejaba la pescadería sin género alguno.

Lejos de revolverse como una fiera herida, el Basquet Coruña bajó por completo los brazos, permitiendo que Quintela, último jugador de la rotación de Lezkano y único gallego del derbi, se soltase el pelo en el inicio del último cuarto para alcanzar la treintena de renta (80-50). Solo Monaghan evitó que la ventaja final se fuese más allá de los 40 tantos.
Es cierto que es mejor perder un partido por 31 puntos que 31 por uno, pero el Coruña necesita resetearse porque el siguiente rival es el Oviedo, rival directo por la quinta plaza. Los de Tito Díaz no hicieron un solo cuarto bueno, y así, claro, resultó imposible conseguir el cuarto triunfo seguido de Liga regular en el Pazo Provincial desde que la leyenda del club celeste se sentó en el banquillo del naranja.
 

No hubo cuarto bueno

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