Nerviosismo en Nervión

En Nervión, al mediodía, con unos 27 grados de temperatura y ambiente calentito, se enfrentan dos manojos de nervios. El Sevilla y el Deportivo, dos equipos necesitados, aunque las urgencias blanquiazules y las hispalenses no se parecen. Para los de Víctor Fernández, es una final. Sí, aún estamos en la séptima jornada, pero los puntos perdidos en las últimas citas obligan a sumar por mucho que el Pizjuán, para el Depor actual, parezca un campo prohibitivo.
Los blanquiazules no han dejado de llevarse golpes desde que se impusieron en Ipurúa al Eibar. Esa es su única victoria. Ese resultado y un empate ante el Rayo es lo que figura en la clasificación del Deportivo, que empezará la cita de Sevilla en puestos de descenso.
El Deportivo llega al Pizjuán después de haber sido vapuleado por el Real Madrid y de haber dejado escapar la posibilidad de sumar ante el Celta y el Almería.
En Balaídos, Medunjanin falló el penalti que habría supuesto el empate. En Riazor, el Deportivo no pudo recuperarse de ese mazazo y la herida se abrió aún más. En el descuento, permitió que el Almería armase una contra fulminante y ganase el partido.
Para colmo de males, cayeron por el camino Hélder Postiga e Cuenca. El exbarcelonista estará disponible a la vuelta del parón del campeonato, mientras que el luso es duda para el encuentro ante el Valencia, que será el siguiente rival del Deportivo.
Para algunos, el gafe parece haberse acabado. Es el caso de Lucas Pérez. Se lesionó en su primer día de trabajo como blanquiazul. Tras aquel esguince de rodilla que se cruzó en su camino en julio, Lucas Pérez debutó como blanquiazul unos minutos en el Teresa Herrera, exhibió velocidad y días después, cayó lesionado nuevamente. Esta vez, una rotura muscular que le ha costado superar. Llegó a jugar el amistoso de Laracha, pero después frenó la recuperación para evitar riesgos de recaída.
Ahora, está de vuelta. Un poco precipitado, eso sí, por necesidad de atacantes tras las bajas de Postiga y Cuenca, que se unen a las de Juan Domínguez y Salomao. Fernández ha optado por incluir a Lucas en la citación pero ya advirtió de que no estará mucho tiempo en el césped. Eso sí, el coruñés no solo aporta fútbol, Contagia optimismo, ilusión y compromiso, armas que también hacen falta. De todas formas, lo que más necesita el Depor es oficio. Es lo que le faltó ante el Almería. Los jugadores lo reconocieron abiertamente. El equipo no puede permitirse deslices como el del pasado fin de semana. Fue a por la victoria cuando no tenía gasolina, en vez de activar el botón que regula el consumo. El Deportivo no aplicó eso de ‘si no puedes ganar, por lo menos, empata’. Un clásico que le dio tres puntos al Almería y que desesperó a la afición, una parte de la cual despidió a los blanquiazules con silbidos.
La plantilla sabe que son críticas merecidas. Esta semana ha sido dura. De análisis y reflexión, de trabajo táctico en Abegondo para encarar la cita ante el Sevilla. No hay mucho que perder. Lo normal sería que el conjunto blanquiazul cayera en Nervión. Pero el Depor no puede dar nada por perdido.
El Sevilla lo ha ganado todo en casa salvo el empate de la primera jornada ante el Valencia (1-1). Recibe al Deportivo tras encajar cuatro goles en el Calderón y fallar ante el Rijeka (2-2), donde además, sufrió un importante desgaste. Su técnico ha recibido críticas en los últimos días. Y en ese río revuelto, el equipo coruñés puede pescar algo.