Muchas tablas... para el futuro

Muchas tablas... para el futuro
Romay fue el jugador más destacado del Fabril en los primeros cuarenta y cinco minutos patricia g. fraga

 

No debe tener demasiado fundamento decir que el Fabril ha sido muy superior al Celta B en el ‘miniderbi’ de ayer en Abegondo. Como en la práctica (y no en la teoría), el resultado es el que manda, el 2-2 habla por sí solo. En cambio, el filial del Depor refrescó la calurosa tarde con una propuesta dinámica y atractiva. Todo lo contrario, el Celta B, a expensas del rival durante, prácticamente, los noventa minutos.

Con un trivote (Adrián-Sidibé-Teles) que le dio todo el control en el centro del campo, el Fabril jugó a sus anchas. Nunca mejor dicho. Las dos bandas eran carriles libre de barreras en el peaje para Vela y Lemos. El falso punta Romay hizo lo que quiso, literalmente. Liberándose del marcaje de los centrales, aparecía y de- saparecía en la medular como por arte de magia para atar el cuero a sus botas y darle sentido al juego. El electrizante Vela cuajó un partido de alto voltaje y suya fue la primera ocasión de la tarde. En el uno contra uno con Rubén, el portero celeste demostró su capacidad para hipnotizar rivales haciéndoles ver la portería más y más pequeña.

 debut - Teles se estrenó con gol en el Fabril estableciendo el 1-0 en el marcador

Poco después llegó el gol. El primero de cuatro. Un saque de esquina botado desde la derecha por Adrián fue neutralizado por Rubén. El balón, rechazado a la frontal del área, encontró conexión. Teles empalmó un derechazo que se coló hasta el fondo de la red. En medio del barullo. Pegadito al palo. 1-0. El portugués se estrenaba a lo grande ante su afición.

El césped de Abegondo desprendía olor de victoria local. De convicción blanquiazul. Así parecían sentirlo los jugadores deportivistas. Demostraban ser superiores a sus adversarios. Pero, en un abrir y cerrar de ojos, ¡zas! Cuatro minutos de pájara bastaron para que el Celta B diese la vuelta al marcador. En el 40, centro de Marcos Torres para que Rubén Martínez fusilase desde el segundo palo. En el 44, Marcos Torres empujó a las mallas un balón dirigido por Kamochu. De 1-0 y control a 1-2 y descontrol. Descanso.

La solución de Devesa a los desajustes de los últimos compases del primer tiempo fue deshacer el trivote. Retiró a Sidibé y dio entrada a Cano (inédito en todo el segundo período, tal vez por los problemas físicos que sufrió durante la semana, tal vez no). El timón fabrilista perdió el norte, aunque no del todo. La propuesta del Celta no varió. Quizá un tanto rancia tratándose de un filial. El juego de espaldas de Kamochu, o los zarpazos de Jonny o Marcos Torres... Intentos con tono acelerado. Sin demasiada organización.

Justo e injusto son términos poco respetados en el fútbol. El Fabril no merecía la derrota y Romay, probablemente el mejor del partido, equilibró. Otra vez tras una jugada a balón parado. Otra vez tras un rechace después de córner. Centro de Lemos, volea (la tercera que acabó en gol) de Romay.

Con media hora por delante, las ocasiones de gol brillaron por su ausencia. El exdeportivista Añón (que falló a bocajarro en el primer tiempo) fue expulsado con roja directa en el 89. Muchas tablas en Fabril y Celta B... para el futuro. n

Muchas tablas... para el futuro

Te puede interesar