Milagro en Melilla con M de... Monaghan

Un colosal Monaghan lideró a un no menos colosal Leyma Basquet Coruña que, a pesar de las bajas de Castro y Stelzer, asaltó el Javier Imbroda para nivelar la serie y garantizarse dos partidos en el Palacio de Riazor. 
Los dos equipos más anotadores de la LEB Oro volvieron a hacer gala de dicha condición desde el salto inicial. Los dos interiores ayer titulares, Olmos y Zyle, llevaron la voz cantante en un ataque regido por la paciencia y los muchos pases, mientras que los locales tiraban más de acciones personales.
El colectivo dominó al individuo hasta el minuto 9 (22-25), pero un 2+1 de Sonseca y dos libres de Sanz cerraron el cuarto inicial con los de Alejandro Alcoba por delante (27-25), aprovechando la ausencia de Olmos.
Burjanadze, que solo jugó los últimos 20 segundos del primer acto, empezó el segundo errando varios tiros fáciles, todo lo contrario que dos ex del Leyma, Pablo Almazán y Zengo, que con nueve puntos seguidos entre ambos lanzaron al Melilla a una renta de 11 puntos (42-31).
Tito Díaz paró el partido y devolvió a la pista a Monaghan y a Olmos. Y ahí empezó el recital del base estadounidense, que, además, contagió al alero georgiano. El resultado fue un parcial de 2-13 que niveló de nuevo el marcador (46-46), aunque el Melilla firmó uno de 8-3 para mandar el duelo al descanso con 54-48.
El tercer cuarto arrancó una de las jugadas del partido: asistencia sin mirar de Monaghan a Olmos. Pero los locales contestaron a la fantasía con dos triples consecutivos. Y Monaghan se cabreó. Tomó las riendas del equipo, pisó a fondo el acelerador y cerró su show de este periodo con un triplazo de ocho metros tras recibir falta. Tito le sentó para que se tomara un respiro... y el Leyma encajó un parcial de 4-0 que mandó el partido al acto final con 72-70.
Suka-Umu, desde el arco, hizo revivir el inicio del último cuarto del primer partido. Sin embargo –y aunque parezca mentira dadas las circunstancias–, el Leyma demostró haber llenado hasta el tope su depósito. La ‘marea naranja’ negó los balones interiores a su rival, que, por el contrario, se mantuvo a base de triples, la mayoría tras bloqueo directo.
Burjanadze, acompañado por Hampl, tomó el testigo de Monaghan y puso al Leyma cuatro arriba (92-96) con un 2+1. Melilla replicó con un 5-0, pero Monaghan acertó de nuevo desde 6.75 para devolver la delantera a su equipo.
Díaz puso a su equipo en 2-3, tal vez con el objetivo de evitar un desgaste mayor en defensa, y de ello se benefició el Melilla para clavar dos triples liberados, uno de Zengo y otro de Franch, que voltearon la tortilla (92-91) a falta de menos de dos minutos. Peña anotó dos libres y Pablo Almazán erró dos justo antes de que Burjanadze, con 1:09 por jugar, enroscase su cuarto triple y dejase fuera de rebufo (92-96) al cuadro norteafricano.
Suka-Umu hizo lo propio en la siguiente posesión, pero Creus  le devolvió la moneda a 50 segundos del bocinazo. Manzano descontó tras rebote ofensivo y la sentencia, otro triple del georgiano, llegó, según los árbitros, fuera de tiempo. Melilla tuvo 2.8 segundos para empatar o ganar y Olmos se encargó de frenar el intento final de Edwards.
Una victoria de de un mérito monumental que garantiza dos partidos en Riazor y mantiene vivo el sueño de seguir soñando con más.