Merecerlo ya no sirve

Merecerlo ya no sirve

En otras circunstancias, todos aplaudiríamos el partido del Deportivo en el Metropolitano a pesar de la derrota. Sacó orgullo e hizo méritos para regresar con algún botín, pero es demasiado tarde ya para recompensar sensaciones positivas. Lo único que le vale al conjunto coruñés son los puntos y por eso la situación es aun más delicada por el empate del Levante.

Una vez más, sequía en ataque a pesar de las ocasiones que fue capaz de generar y circunstancias en contra para tumbarle. El Atlético le ganó con un penalti muy riguroso, de los que no se suelen pitar, con una gran actuación de Saúl Ñíguez en su caída en el área para convencer al asistente. Fue así como el segundo clasificado de LaLiga doblegó al penúltimo, que está inmerso ya en la peor serie de partidos sin ganar de toda su historia.

Seedorf reforzó el centro del campo y apostó las transiciones rápidas en ataque con los pases de Çolak y la velocidad de Lucas Pérez. Mosquera fue el ancla por delante de la defensa, con Guilherme a su derecha, Muntari a la izquierda y el turco y Adrián como enlaces con la punta del ataque, que estuvo en manos del ‘7’ blanquiazul.

El Deportivo buscó el gol en el Wanda Metropolitano. Arrancó el partido con hambre, con carácter, con la ilusión de romper su serie negativa. Cedió, eso sí, cinco saques de esquina en los primeros dieciséis minutos. Le costó defenderlos, pero no lo pagó.

Enfrente tenía a un rival muy diezmado por las bajas, con Gameiro y Correa como dupla ofensiva y el debutante Carlos Isaac en el lateral derecho. Ese perfil fue el que buscaron Luisinho, Lucas Pérez e incluso Muntari para hacerle daño al Atlético.

Los blanquiazules dieron sensación de peligro cada vez que cruzaron el centro del campo. Probablemente fue el partido con mayor lucidez de los deportivistas con el balón en su poder. Çolak vio y creó y Lucas puso velocidad, desmarque y lucha, pero se topó una vez más con la mala suerte que le ha acompañado en su regreso al Deportivo. Lleva una vuelta completa sin marcar, casi 1.700 minutos de sequía.
La moral, el animo y la confianza del delantero de Monelos están bajo mínimos. Oblak le sacó con el pie un mano a mano a los 20 minutos tras un pase en largo de Çolak que se tragó Savic. Lucas estuvo atento al error del defensa rojiblanco y se llevó el esférico para quedarse solo ante el portero, pero falló en el momento decisivo.

La respuesta del Atlético fue inmediata con un disparo de Correa desde la frontal del área, muy centrado, que atajó sin problemas Rubén.

El Deportivo tenía hambre, quería aferrarse a ese hilo casi imperceptible del que depende la permanencia. Volvió a intentarlo Lucas, esta vez de cabeza a centro de Luisinho y nuevamente se encontró con Oblak.
Los blanquiazules habían tenido dos ocasiones claras para ver puerta, para poner el partido a su favor en el inexpugnable campo del Atlético en Liga (sí perdió partidos en el Metropolitano en Champions y Copa del Rey). Acababan de superar la primera media hora con muy buenas sensaciones y fue ahí, a doce minutos para el descanso, cuando aparecieron un partido más esas circunstancias que nunca caen a favor. Esta vez en forma de un penalti muy riguroso que el árbitro señaló a instancias de su asistente. Mosquera defendió mal y agarró a Saúl, que teatralizó la caída en el área al intentar rematar un centro. Gameiro ejecutó la pena máxima y engañó a Rubén. Castigo excesivo para un Deportivo que había dado la cara sin importarle el escenario ni el rival.

Más incluso cuando Mosquera dispuso de la opción de quitarse la espina del penalti con un cabezazo en un saque de esquina en el que tenía todo a su favor para marcar. Su remate, sin embargo, se marchó fuera. Habría sido el 1-1 a seis minutos para el descanso.

Le gustó el primer periodo a Seedorf y nada retocó en el descanso el técnico holandés. El Deportivo siguió poniéndole corazón, aunque ya se vio en otras ocasiones que eso no es suficiente. Hace falta mucho más que eso en Primera División.

Saúl tuvo la ocasión de ampliar la renta para el Atlético a los 15 minutos de la reanudación, pero entre el poste y Rubén Martínez lo evitaron.


El Deportivo estaba con vida ante el Atlético y Seedorf buscó alas en el banquillo con la entrada de Borja Valle por Muntari. Simeone respondió al ataque, con Diego Costa por el lateral Carlos Isaac. Thomas pasó a la banda derecha. Los hombres de refresco de los dos equipos fueron protagonistas en las siguientes acciones, especialmente el deportivista. El berciano se encontró con la oposición de Godín al rematar un centro de Adrián López desde la banda izquierda y, minutos después, perdió la posibilidad de quedarse solo ante Oblak por buscar la pierna derecha y permitir que Lucas Hernández le arrebatara el cuero.
El Deportivo siguió intentando sumar un punto en el Metropolitano. El técnico dio entrada en la recta final a Bakkali, que sustituyó a Çolak, pero el belga estuvo demasiado lento y fallón. A falta de diez minutos se entretuvo tras recibir un pase de Lucas Pérez y disparó fuera y poco después, de primeras, mandó el balón muy desviado.

El Deportivo mereció más en su primer partido en el Metropolitano, pero allí firmó su duodécima visita consecutiva al Atlético con derrota y la séptima sin marcar.


Ya son quince encuentros seguidos sin ganar esta temporada, la peor serie de todas sus participaciones en Primera División. El próximo viernes, los dos últimos del campeonato se citan en el estadio de Riazor con sus vidas apunto de agotarse.

Merecerlo ya no sirve

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