Memorial para el recuerdo

Memorial para el recuerdo
El SuperDepor de Arsenio Iglesias se llevó el Memorial Moncho Rivera javier Alborés



El Memorial Moncho Rivera dejó 37.020 euros de recaudación para la Cocina Económica y la lucha contra el Parkinson y permitió al deportivismo recuperar muchos recuerdos.
Los años pasan, pero la calidad no se pierde. Cientos de aficionados no quisieron dejar pasar la oportunidad de volver a ver en acción a los cracks del pasado, a jugadores que contribuyeron a que el conjunto coruñés tenga en sus vitrinas seis títulos oficiales.
Conservan las virtudes futbolísticas y las costumbres. Songo’o salió con pantalón largo, como no podía ser de otra forma. Algunos están desconocidos, han ganado peso, como Jorge Andrade o Diego Tristán, pero con el balón en los pies siguen haciendo las mismas diabluras que mostraron en los mejores años de la historia del Deportivo.
Qué decir de Djalminha, un mago que no desentonaría hoy en día en la élite. El brasileño dejó constancia de su calidad y su visión de juego para deleite de Riazor. Ayer no hacía falta recurrir a Youtube. Estaba en el césped de Riazor.
Fluyeron los recuerdos. Manuel Pablo se enfundó la camiseta del Deportivo por primera vez desde su retirada. Por delante tenía a Scaloni, muy querido por la afición. El argentino colgó desde la banda un gran centro para que Pandiani se elevara en el área y marcara de cabeza el primero en el segundo minuto.
Javi González, con una vaselina, e Ito, con una falta directa, comprobaron que Songo’o sigue siendo un gato bajo palos.
Por la banda izquierda, Romero exhibió su poderío físico. También conserva la forma Amavisca, que actuó de extremo. Tristán buscó el gol con insistencia y lo anotó a los 18 minutos después de una serie de recortes en el área.
Scaloni no tardó en ir al suelo para cortar un balón y el primer cambio se produjo a los 20 minutos. Patxi Salinas dejó su puesto a Yago Yao en el Celta. Se inició así un carrusel desde el banquillo, especialmente en la reanudación, a la que se llegó con 3-0 en el marcador porque Pandiani acertó de nuevo de cabeza.
El Celta se reactivó con Mario Bermejo. Marcó a los 45 segundos de la segunda parte y repitió pocos minutos después.
El Depor respondió con una ‘bomba’ de Turu que no cogió portería, Luque hizo que el larguero temblara con uno de sus zurdazos, y Marchena aportó tranquilidad a los blanquiazules con el cuarto tanto.
El delantero catalán lo intentó hasta de vaselina, pero Emilio, bajo el arco del Celta, logró despejar el balón.
Lo que no esperaba el portero del conjunto vigués es que Juanfran le batiera en propia meta para poner el broche un Memorial que queda para el recuerdo del deportivismo.

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