Mallorca confirma la crisis del Depor

Mallorca confirma la crisis del Depor
El conjunto blanquiazul fue plano en Son Moix y acabó la primera vuelta con 36 puntos | alfaquí

El Deportivo confirmó su crisis en Mallorca. Fue un equipo plano, sin fútbol, desacertado en los pases, en las decisiones que tomó y en las pocas ocasiones que generó. Encadenó su segunda derrota a domicilio (tercera de la temporada), el tercer partido sin marcar (y, lógicamente, sin ganar), y cierra la primera vuelta inmerso un bache de juego y resultados: seis puntos de los últimos 18 posibles. Solo los resultados de los demás alivian los traspiés propios.

Los planes de Natxo González se frustraron ya antes de que empezara el partido. El tridente no pudo actuar de inicio en Son Moix por unas molestias de Carlos Fernández. El sevillano se quedó en la grada, junto a Diego Caballo. En el césped, Fede Cartabia se situó en el enganche, por detrás de Borja Valle y Quique González. Vicente Gómez (por Edu Expósito) y Bóveda (por Simón) fueron las otras novedades.


El Mallorca logró poner el motor en marcha antes que el Deportivo. Estupiñán puso la directa por la izquierda y Bóveda y Krohn-Dehli tuvieron problemas para pararlo. Los baleares apenas le sacaron réditos. Un remate muy cruzado de Raíllo, casi en paralelo a la línea de gol (min.7) y poco más.

El equipo coruñés se adueñó del balón después de esos minutos iniciales de los locales, pero no encontró la forma de meterle mano al Mallorca. Los blanquiazules llegaron a caer en precipitaciones en el juego. Bergantiños intentó mover al equipo desde atrás, pero la producción ofensiva fue mínima hasta bien avanzada la primera parte.


A falta de ocasiones, polémica. En el reencuentro con Ais Reig (el árbitro que expulsó a Marí, Valle y Natxo en Córdoba), el Deportivo reclamó un penalti por agarrón a Marí en un saque de esquina y otro por mano de Valjent. El Mallorca también hizo lo propio cuando le dio de rebote a Bóveda tras un pase de Álex López. El colegiado desestimó los tres y también perdonó un par de amarillas a los baleares. En cambio, el Depor ya tenía una desde el minuto 12, la que vio Duarte por cortar una contra de los mallorquines.

Los deportivistas dieron un paso adelante cuando aparecieron Fede Cartabia y Borja Valle. El berciano recuperó en la medular y el argentino filtró un pase para Quique que murió en córner en el ecuador del segundo tiempo. A continuación, Bóveda cabeceó un centro muy pasado a las manos de Reina. Fue el único remate del Deportivo entre los tres palos hasta el descanso.
El Mallorca, que no probó a Dani Giménez, sí se paseó con peligro por su área. En un saque de esquina, Valjent prolongó de cabeza en el primer palo y Raíllo, en boca de gol, no llegó al balón por centímetros.

Como ni uno ni otro eran capaces de generar peligro en el área, optaron por los lanzamientos lejanos. Sastre intimidó a los deportivistas con un disparo duro que se marchó por encima de la portería blanquiazul y Marí también ensayó con la zurda. El Mallorca, con los once jugadores en campo propio en algunos momentos, anuló cualquier intento del Deportivo en ataque.
Regó el campo el Mallorca en el descanso y llovieron ocasiones de los bermellones. El poste sacó la primera, un disparo de Sastre que despejó a la madera Marí. En el saque de esquina posterior, Dani Giménez salvó con una mano soberbia el remate de cabeza de Pedraza y, además, evitó que llegara al rechazo Lago Junior.

El Deportivo respondió con un cabezazo de Duarte. El portugués estaba libre de marca y remató demasiado centrado una falta que ejecutó Fede Cartabia. Fue una acción aislada en el vendaval balear. Sastre volvió a amenazar desde la frontal y, desde la esquina, el larguero sacó el cabezazo de Abdon, que acababa de incorporarse al partido.

El Depor tardó un poco más en hacer el primer cambio. Hombre por hombre. Edu Expósito por Krohn. Después, Christian Santos, que llevaba varios partidos en la grada, por Fede Cartabia. Tridente blanquiazul con Borja Valle como enganche, pero fidelidad al rombo.

Un golazo
Los cambios fueron más efectivos en el Mallorca. A falta de doce minutos, Lago Junior cogió la autopista, nadie pudo frenarle a pesar de que Edu Expósito intentó desequilibrarle y su disparo entró por toda la escuadra.


El Depor intentó reaccionar a la desesperada. Y el Mallorca utilizó hasta a los recogepelotas para perder tiempo. Dani Giménez les apremió y Ais Reig le apercibió por ello. El mundo al revés.

En el descuento, el larguero negó el empate a los deportivistas en un cabezazo de Christian que desvió Raíllo. El Deportivo, sin ideas, plano, con poca cabeza, algo más de corazón, regresa de Mallorca en crisis.

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