11º-14º
jueves | 25 abril | 2024
El Real Madrid le quitó el reinado copero al Barcelona en Málaga, donde había ganado en las dos anteriores ocasiones, y se proclamó campeón tras un partido muy emocionante, que se decidió con una canasta de Llull a una décima de final.
Con esta victoria, el Madrid deshace el empate a 23 títulos que mantenía con el Barça, quedabdo en solitario como líder del palmarés copero.
El encuentro comenzó con defensas muy agresivas y una gran igualdad (17-16). El segundo periodo transcurrió de manera similar, igualado, con excesivo respeto por las dos partes y con una única opción azulgrana cuando estuvo en pista Tomic, que con 12 puntos, era el máximo anotador.
Un 27-24, en el minuto 15, fue la renta máxima de los azulgranas, absorbida seguidamente por el Madrid, aunque la aparición de Navarro, con tres puntos seguidos, mandó el duelo al descanso con 42-38.
A la vuelta de vestuarios, Rudy Fernández, con dos triples y una canasta de dos, encendió a su equipo (47-51). El Barcelona, sumido en un letargo defensivo, pasaba por sus peores momentos.
Pero la distancia no era insalvable y se notaba que la frescura empezaba a escasear. Huertas, que hasta esos momentos tenía en su casillero dos puntos, se fue al ataque y con 11 tantos restablecí la igualdad en el electrónico (59-60).
El último cuarto iba a decidir el campeón. Ninguno de los dos equipos se despegaba en el marcador. Prácticamente era imposible, aunque el Madrid tenía una baza a su favor, los tiros libres, ya que el Barcelona había entrado en bonus a siete minutos para el final.
El Madrid se desperezaba (64-68), y a continuación un inconmensurable Nikola Mirotic –elegido MVP del torneo– clavaba un triple (64-71, m.38). Dos minutos y una ventaja considerable, pero el Barça forzó hasta la extenuación, con un triple de Oleson y una canasta de Huertas, y logró situarse a 23 segundos del final a dos puntos (73-75). En el ataque posterior, Sergio Rodríguez, perdió el balón y Oleson logró empatar a ocho segundos del bocinazo.
El Madrid estaba noqueado, pero el ‘Chacho’ se resarció: atrajo a la defensa y dio el balón a un desmarcado Llull, que desde seis metros anotó una canasta gloriosa. n ef
