Aunque el RC Deportivo se encuentra fuera de los puestos de descenso, las sensaciones que desprende la escuadra de Gaizka Garitano no están siendo del todo satisfactorias.
Dejando a un lado los nefastos arbitrajes de las dos últimas jornadas ante Granada y Sevilla, el cuadro coruñés debe ponerse las pilas y optimizar su puesta a punto para no fallar más y sumar de tres en tres desde ya.
A pesar de que el presidente deportivista Tino Fernández afirmó este mismo domingo que la confianza en Garitano es total, “cien por ciento”, la cercanía respecto a los puestos del descenso están inquietando al entorno del equipo.
No en vano, la última victoria blanquiazul se remonta al 1 de octubre ante el Sporting (2-1), en un triunfo sellado en el tiempo añadido gracias a un zapatazo descomunal de Ryan Babel.
Este próximo sábado en La Rosaleda los herculinos tendrán la oportunidad de encontrar un punto de inflexión frente a un rival diezmado por las bajas —hasta ocho hombres podrían ausentarse por lesión y sanciones—.
El RC Deportivo todavía desconoce el sabor de la victoria lejos del calor de su estadio, aunque en el anterior desplazamiento en Granada estuvo a punto de obtener los tres puntos; solo un error puntual del colegiado Undiano Mallenco —más bien de su asistente— privó a los coruñeses del éxito.
Después de la séptima salida del presente curso, el Depor regresará a su feudo de Riazor para medirse a una Real Sociedad en forma; en efecto, los de Eusebio Sacristán han enlazado cuatro partidos ganando, un pleno que los ha catapultado a la quinta posición de la tabla, con 22 puntos.
A continuación del envite ante los ‘txuri-urdin’ la pendiente se eleva hasta convertirse casi en un muro con el desplazamiento al Bernabéu.
En caso de sendos tropiezos con Málaga y Real Sociedad la presión podría llevar al cambio de timón en el club. n