El Liceo mereció mucho más

El Liceo mereció mucho más
Los coruñeses demostraron una vez más que van a por todas esta temporada javier alborés

El Liceo paró la hasta ayer inmaculada trayectoria del Barcelona y a punto estuvo de conseguir un resultado mejor. Pero una dudosa falta, la vigésima de los coruñeses, provocó la directa que de manera magistral anotó Raúl Marín para poner el 3-3 definitivo en el marcador. Los verdiblancos no pudieron alcanzar a los azulgrana en la clasificación, pero siguen a tres puntos, y con el convencimiento de que van a dar mucha guerra a su rival en lo que falta de OK Liga.

Intensa batalla táctica en un encuentro que tuvo dos protagonistas: del lado local, Josep Lamas, con un espectacular tres de tres en faltas directas; del visitante, Raúl Marín, que a pesar de no gozar de muchos minutos fue fundamental y gracias a su pericia a bola parada impidió la primera derrota barcelonista.
De inicio, mucho respeto en ambos equipos, con Carlos Gil optando por la experiencia del portero recién llegado, Valentín Grimalt, dejando en el banquillo a Álvaro Shehda. Decisión acertada de Carlos Gil, ya que el internacional argentino demostró motivación, seriedad y reflejos.
Eso sí, al principio no tuvo mucho trabajo, en un encuentro que el Liceo jugó con mucha inteligencia, manteniendo la bola, siendo cauto atrás e intentando combinar para batir la portería de Egurrola.
En una de esas jugadas llegó la primera gran oportunidad. Eduard Lamas provoca un penalti que luego falló Toni Pérez. Unos minutos después, Jordi dispuso de otro, también errado.
En un encuentro con tan fuertes defensas no es de extrañar que llegara la décima falta. Primero tuvo la oportunidad el Barcelona, pero Grimalt cerró perfectamente la puerta ante Torra. Poco después, comenzó el recital de Josep Lamas. Lanzó y batió por primera vez a Egurrola.
Pero poco le duró la alegría al cuadro liceísta. Matías Pascual anotaba en el último minuto de la primera parte, y con el 1-1 se llegó al descanso.
En la segunda parte se vieron todas las tarjetas azules del partido. Primero la que recibieron a la vez Josep Lamas y Panadero. Y, a continuación, Pablo Álvarez cae al suelo, suelta el stick y los árbitros sancionaron la infracción con una cartulina azul.
Una vez más, Josep Lamas anotó. 2-1 para el Liceo. Poco después Pablo Álvarez, ya reincorporado al juego, desperdició la falta directa de la decimoquinta infracción verdiblanca.
El partido estaba controlado pero, en un barullo en el área local, los árbitros señalaron penalti a favor del Barça. La responsabilidad la tomó Raúl Marín, que apenas había jugado hasta ese momento. Pero el ariete del Barça no falló. 2-2.
A partir de ese momento, el Liceo siguió buscando la victoria, pero sin correr riesgos innecesarios. El equipo coruñés estuvo muy serio y la recompensa llegó con la decimoquinta falta de los azulgrana, que se hizo esperar. Quedaba poco más de un minuto y Josep Lamas completó su triplete a bola parada ante un desesperado Egurrola. Pero el partido no había acabado. La salida en tromba del Barcelona tuvo su premio a once segundos del final. Vigésima falta del Liceo, Marín ante Grimalt y gol en el último suspiro de un Barça que demostró ser vulnerable. n

El Liceo mereció mucho más

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