Ley del mínimo esfuerzo del Fabril

El Fabril hizo los deberes en O Roxo. Conscientes del enfrentamiento directo de Compostela (tercero hasta ayer) y Pontevedra (quinto), los pupilos de José Luis Devesa se beneficiarían (y mucho) de una victoria en el terreno de juego del Cerceda. Así fue. El solitario gol de Álvaro Lemos superado el cuarto de hora del primer tiempo fue más que suficiente para llevarse los tres puntos.

El Fabril impone su ley allá por donde va. Al menos, es lo que intenta. Pero la Liga se acaba y los nervios llegan para todos los equipos que se juegan algo en las últimas jornadas. Este factor, unido a la juventud de los futbolistas del filial deportivista, provocó que ayer en O Roxo hubiese más de una imprecisión y que el resultado fuese más ajustado de lo que, por lo que deberían ofrecer tanto Fabril como Cerceda a estas alturas de la temporada, podría darse.

El único gol del partido surgió dos minutos después de superar la barrera del primer cuarto de hora de juego. Un pase interior de Víctor, bigoleador la semana anterior frente al Alondras, fue entendido a la perfección por el extremo derecho Álvaro Lemos, que cazó el cuero y, sin pensárselo dos veces, cruzó el cuero lejos del alcance de Cristopher.

A partir de ahí, el Cerceda intentó acercarse en el marcador pero sin descuidarse en defensa. El Fabril es un puñal y José Luis Lemos tiene la experiencia de la primera vuelta, cuando el Fabril le endosó tres goles en escasos tres minutos.

Ayer, el Cerceda, a pesar de contar con varias bajas y de tener un equipo cogido con pinzas, consiguió mostrarse fuerte defensivamente y, al menos, ante un equipo que posiblemente va a disputar fase de ascenso esta temporada, ofreció una buena imagen en el aspecto defensivo. El Fabril, acostumbrado a generar muchas ocasiones de gol, no se sintió cómodo en campo contrario pero, en definitiva, consiguió los tres puntos.