El Laracha se queda sin vida

El Laracha se queda sin vida
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Los síntomas que llevaron al Laracha a perder los últimos partidos le castigaron también contra el Xuventú Sanxenxo, un equipo ayer mejor armado. Errores defensivos graves condenaron a un equipo sin energía que, en cambio, dio la cara con dignidad hasta el pitido final.
 El Laracha puso toda la carne en el asador. Al menos, eso reflejaba un once inicial en el que solo se registraron dos defensas naturales (el central Antonio y el ofensivo lateral izquierdo Pablo Vidal). En el carril derecho de la línea defensiva formó el extremo Alexandre y el otro central fue el mediocentro Elmer. La pareja de la medular la compusieron dos futbolistas de talento: Iago Iglesias y Denís. Ambrosio Oróns apostó por jugar con dos delanteros –Miguel Taibo y Dani Bea– y por otros dos jugadores de marcado carácter ofensivo en las bandas: Brais y Óscar Martínez.
Después de diez intensos minutos de toma y daca en los que no se concretaron ocasiones por parte de ningún equipo, el partido entró en su fase más determinante, en la de más acierto. En solo tres minutos, tres goles.
En el 11, Cuchi adelantó al Xuventú Sanxenxo. Jonathan colgó, desde la banda derecha, el balón al punto de penalti. Damián abarcó el área para atajar y, en un principio, lo hizo. Sin saber cómo, la pelota se le escapó de los guantes. Por allí estaba el capitán visitante, que golpeó de volea para introducir el cuero en la portería. 0-1.
Tras el saque de centro, el Laracha provocó un córner. Un especialista en el saque a balón parado (Iago Iglesias) y otro en el remate de cabeza (Miguel Taibo) protagonizaron, con un centro-remate, el tanto del 1-1 larachés.
El primer ataque del Sanxenxo tras sufrir el empate también se tradujo en gol. Jonathan cazó el balón en la línea medular y condujo y condujo en dirección portería. Pudo llegar a su destino sin que nadie le obstaculizase. Tras rebasar el borde del área, remató con un golpeo raso. La bola entró llorando después de tocar suavemente el palo. 1-2.
El Sanxenxo pudo hacer el 1-3 en un mano a mano de Ramón contra Damián después de un grave error de Antonio, mientras que el Laracha tuvo el 2-2 tras una acción por la banda derecha con disparo de Bea. Vila, vencido en el primer palo, dejó la pelota muerta en el segundo. Óscar solo tenía que empujar, no había portero bajo el larguero, pero su disparo impactó en el trasero de Diego Peña.
La ventaja en el marcador inyectó al Sanxenxo la dosis de paciencia que le permitió armarse defensivamente para tratar de aprovechar los errores del Laracha. Cuando faltaban dos minutos para que el árbitro señalase el final de la primera parte Jonathan se hizo con la bola tras una pérdida de Denís para iniciar un contraataque letal.
El mediocentro del Sanxenxo le dio el balón a Cuchi, en la banda derecha, y el ‘capi’ del equipo amarillo carretó el cuero con una intención: desafiar a Damián. Ante el portero local, Cuchi definió con un disparo raso y ajustado al primer palo. El 1-3 llegó justo antes del descanso. Un palo para el Laracha.
El segundo periodo se desarrolló tal y como quería el equipo de Calucho. El Sanxenxo plantó su equipo en una zona intermedia –que ni frío ni calor– y no pasó apuros defensivamente. El nivel ofrecido por la pareja en el centro del campo (Lede-Jonathan) le dio equilibrio, tanto a nivel defensivo como ofensivo. La velocidad por fuera de Rubén (izquierda) y Dani Muradás (derecha) con Cuchi, el mediapunta incómodo, fueron los principales recursos ofensivos del conjunto visitante. A nivel defensivo, riegos mínimos.
El Laracha acusó una falta de frescura que en los últimos partidos le ha impedido desajustar los entramados defensivos de sus adversarios.
En esta ocasión, el equipo de Ambrosio no tiró la toalla como sucedió contra Bergantiños o Fabril, por ejemplo. Con más corazón que cabeza, dio la cara hasta el último suspiro. Quizá por eso, después de la expulsión de Dani Bea en el minuto 87, el Laracha encontró el premio más amargo. Antonio, delantero a la desesperada, cazó el balón en el punto de penalti y marcó el 3-2.
Tal vez fue el gol más amargo de la temporada. No sirvió para conseguir ni un punto en un partido que significó, virtualmente, el adiós a la Tercera División. El Laracha está a 9 puntos de Silva con otros tantos en juego. Solo un milagro podría darle vida. El Sanxenxo (a 5 de la salvación) también lo tiene crudo.

El Laracha se queda sin vida

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