La fachada cambia de cara

La fachada cambia de cara
Los operarios han empezado a trabajar en la zona del campo herculino que dá a la calle Manuel Murguía | pedro puig

Las obras en el estadio de Riazor siguen adelante, a menos de diez días de cumplir los nuevos plazos fijados por el Concello de A Coruña para su finalización (30 de septiembre). Actualmente se está llevando a cabo el recubrimiento de la fachada, una actuación de carácter temporal, pues la idea del club pasa por una remodelación total de la misma.
De momento para esa obra tan ambiciosa, así como para el aprovechamiento de los bajos del feudo herculino para la construcción del museo del Deportivo, no hay una fecha marcada ni un presupuesto estipulado. Unas actuaciones, que como la renovación del césped y la instalación de una mejorada iluminación, correrán a cargo del Deportivo. El recubrimiento comenzó en la zona del campo enfrente a Manuel Murguía, a cuyas gradas de Preferencia, además de las de Tribuna, se puede acceder sin ningún tipo de restricción. 

Marathón, restringido
Los problemas prosiguen en las zonas de Marathón y Pabellón, con varias puertas cerradas. Las puertas 4,5,6,7 y 8 de Marathón permanecerán inutilizadas, por lo que los socios de esa localidad con acceso permitido deberán utilizar para acceder las puertas 9, 10, 11, 12 y 13. 
Además, el club recuerda que el flujo de espectadores por la calle entre el estadio y la Casa del Agua, permanecerá totalmente cortado, por lo que todos los deportivistas que tengan que entrar en Marathón deberán llegar a las puertas desde la Avenida de La Habana. Mientras, con respecto a Pabellón ya no habrá puertas inhabilitadas para este encuentro, a las que se llegará por los accesos peatonales de ambos costados del Palacio de los Deportes de Riazor (desde las taquillas y desde la DéporTienda).
Desde la empresa adjudicataria (Arias Infraestructuras) se trabaja para que el estadio pueda estar al cien por cien de cara a la cita del próximo domingo día 7 de octubre contra el Málaga.
A las cuatro primeras jornadas de exilio de Riazor, inmerso en el ‘grueso’ de las actuaciones en las cubiertas dañadas, hubo que sumar la imposibilidad de vender entradas de público general para los encuentros ante el Sporting de Gijón y el Granada, debido a las reubicaciones.
Ante los nazarís más de 10.000 abonados tendrán que ser movidos y aunque en general los seguidores se muestran comprensivos con la situación, a la vista de las mejores que tendrá el estadio, esperan que la situación se restablezca.
Un contratiempo también para Natxo González, que admitía lo extraño de no haber podido conocer el campo ni trabajar en él antes de su estreno como anfitrión. l

La fachada cambia de cara

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